Aniversario de un grande

Hoy la historia del cine cubano, celebra los 95 años de Tomás Gutiérrez Alea, el más trascendente, polemista y riguroso de los cineastas cubanos. Nos pareció motivo suficiente para dedicarle hoy un espacio en nuestra memoria y dejar constancia, otra vez, de que Titón nos acompañará para siempre, estemos atravesando aniversarios cerrados, abiertos, efemérides, cotidianidades o coyunturas de cualquier clase y matiz.

Un 11 de diciembre de 1928 nace en Santiago de Cuba Tomás Gutiérrez Alea (Titón), uno de los más destacados cineastas en la historia del cine cubano y latinoamericano, además considerado  como parte de los fundadores del ICAIC a partir de su participación en El Mégano, el documental sobre la vida de los carboneros que dirigiera Julio García Espinosa. Fue Director de Cine y Guionista. Uno de los más destacados cineastas en la historia del cine cubano y latinoamericano. Escribió y dirigió más de veinte largometrajes, documentales y cortos, conocidos por su influencia en Cuba y en América Latina.
Aunque dedicado al largometraje de ficción, volvería de vez en cuando al documental, como en Esta tierra nuestra (1959) y El arte del Tabaco (1974), sin olvidar su colaboración con Santiago Álvarez en Muerte al invasor (1961). En la década de los sesenta, filmes como Las doce sillas, La muerte de un burócrata y la clásica Memorias del subdesarrollo lo colocaron en la primera línea de la cultura y el arte cubanos.

Posteriormente, realizaría otras obras de gran mérito: Los sobrevivientes (1978),  La última cena (1976), Fresa y Chocolate (1993), y Guantanamera (1995), estas dos últimas junto a Juan Carlos Tabío. En una entrevista durante la filmación de Fresa y Chocolate, confesó: “Para mí el cine sigue siendo un instrumento valiosísimo de penetración de la realidad (...) El cine no es para retratar la realidad simplemente. El cine es manipular. Te da la posibilidad de manipular distintos aspectos de la realidad, crear nuevos significados, y es en ese juego que uno aprende lo que es el mundo”.
Sus obras marcaron la cinematografía cubana y le han dado al cine cubano gran prestigio. Memorias del subdesarrollo, y Fresa y Chocolate son consideradas parte de las mejores películas del cine latinoamericano. Su obra trasciende generaciones y fronteras.

Mañana 12 de diciembre, dentro del contexto del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, se le rendirá homenaje con la proyección de su aclamada cinta Fresa y Chocolate que cumple 30 años desde su primera proyección. La película será exhibida en el espacio Tardes de Festival a las 6:00 p.m. en la Casa del Festival.