NOTICIA
Cannes vs. pandemia
Para no ser menos que las Olimpiadas de Tokio, el Festival de Cannes ―esa suerte de olimpo de los festivales de cine― ya anunció la nueva fecha de celebración de su postergada edición 73, que debía haber tenido lugar entre el 12 y el 23 del pasado mes de mayo: ahora será del 11 al 22 de mayo de 2021.
La noticia acompañó la publicación de los 56 títulos que integran la Selección Oficial de Cannes 2020, escogidos entre 2067 largometrajes inscritos de 147 países, lo que constituye un nuevo récord de candidatos a la competencia del evento a pesar de la crisis sanitaria mundial.
“Si el Festival de Cannes no podía hacerse en su forma habitual, tenía que estar presente de algún modo para apoyar el cine, pero de ninguna manera podía desaparecer”, declaró su delegado general, Thierry Frémaux.
“Anunciar la Selección Oficial es la mejor manera de ayudar al cine. La reapertura de las salas, después de meses de cierre, es un tema crucial. Incluso en ausencia de nuestro evento en la Croisette, la Selección Oficial mantendrá su papel”, agregó.
Dejando a un lado sus históricos afanes de exclusividad, lo cierto es que hasta el Festival de Cannes se ha vuelto solidario con esta pandemia, como una forma de contrarrestarla y vencerla. Los 56 filmes aprobados por su riguroso comité de selección llevarán la etiqueta Selección Oficial Cannes 2020 para contar con el respaldo del festival, y al no haber sido exhibidos en el evento podrán participar en otros festivales clase A como Venecia y San Sebastián, claro está, si el coronavirus no termina suspendiéndolos también.
Las novedades no terminan ahí, pues el festival ha prestado incluso sus instalaciones para necesidades de la zona roja de enfrentamiento a la enfermedad. El Gran Auditorio Louis Lumière ha servido de refugio a personas sin hogar confinadas como prevención contra el contagio.
Esta vez no hubo alfombra roja, porque lo que hasta el 2019 fue pasarela de rutilantes estrellas del firmamento cinematográfico se convirtió este año en sombrío pasaje por el que transitaron personas sin hogar que, seguramente, nunca imaginaron ser acogidas por el templo del cine.
Por otra parte, sus habituales secciones fueron reemplazadas este año por clasificaciones sui generis de los cineastas y películas participantes. Así tenemos que se creó la categoría “Los fieles”, con aquellos directores que en ediciones anteriores han estado al menos una vez en la Selección Oficial. Algunos de ellos son Wes Anderson (The French Dispatch), Francois Ozon (Été 85), Naomi Kawase (True Mothers), Fernando Trueba (El olvido que seremos), Thomas Vinterberg (Druk) y Steve McQueen (Lovers Rock y Mangrove).
Están también las secciones “Los recién llegados”, con nombres como Danielle Arbid (Passion Simple, Líbano), Emmanuel Mouret (Les choses qu’on dit, les choses qu’on fait, Francia) y Ayten Amin (Souad, Egipto); y “Las óperas primas”, entre las que se encuentran Falling (Viggo Mortensen, Estados Unidos), Casa de antiguidades (João Paulo Miranda Maria, Brasil) y The Death of Cinema and My Father Too (Dani Rosenberg, Israel).
Figuran en la selección, asimismo, las secciones “Tres documentales”, “Cinco comedias”, “Cuatro películas de animación” y “Una película de sketches”.
Cannes siempre ha tenido muy claro que además de arte, el cine es industria y mercado, los dos sectores ―aparte de la salud― más duramente golpeados por la situación actual en cualquier actividad económica y en cualquier lugar del mundo. Ni corto ni perezoso, el Festival ha organizado el Marché du Film Online, que entre el 22 y el 26 de junio intentará rescatar de manera virtual el que ha sido el más activo e influyente mercado cinematográfico del mundo, esta vez en un experimental formato digital en el que los stands de ventas han sido sustituidos por cabinas de internet que permitirán el contacto e intercambio entre distribuidores y exhibidores, la concertación de compras y ventas, proyecciones online, videoconferencias, etc. Frémeaux señaló que esta modalidad de mercado ha sido concebida “con la asesoría y participación de muchos profesionales de todo el mundo”.
Evidentemente, el mundo de los festivales de cine no se ha quedado paralizado frente a los avatares de los tiempos que corren y ha cerrado filas en este combate contra un enemigo que, como parte de su cruzada contra la especie humana, también atenta contra su vida cultural.
Recientemente, se produjo otra experiencia inédita e histórica con la organización de We Are One: A Global Film Festival, un evento online que marcó un hito de colaboración e integración entre algunos de los principales festivales de cine del mundo para mostrarle al público relevantes producciones cinematográficas internacionales que no han podido llegar a las salas.
Mientras esperamos por las decisiones de la dirección del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana con respecto de su edición 42, programada para diciembre próximo, saludamos con entusiasmo esas iniciativas que proliferan en todo el orbe para mantener vivos, en medios de las adversas circunstancias, los imprescindibles encuentros valorativos y promocionales de lo mejor de la cinematografía mundial que constituyen los festivales de cine.