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Centenarios: Yul Brynner
Este mes se conmemora el centenario del nacimiento de Yul Brynner, actor, fotógrafo, músico y cantante estadounidense que se caracterizaba por llevar el cráneo rapado y, en general, una exótica presencia, la que reforzaba con su peculiar voz y gestos imperativos.
Brynner en realidad era ruso, había nacido con el nombre de Yuli Borisovich Bryner el 15 de julio de 1915 en una isla de Siberia. Se educó en París, en el exclusivo Lycée Moncelle, y luego fue aprendiz de actor en el Théâtre des Mathurins, bajo la supervisión del gran Jean Cocteau, lo que explica su futura presencia en el filme El testamento de Orfeo (1959). Muy joven fue acróbata de un circo gitano en París, pero un serio accidente le hizo cambiar de rumbo y dedicarse primero a la música, y luego, por completo, a la interpretación.
En 1940 viajó a Estados Unidos e integró diversas compañías teatrales, y unos años más tarde, paradójicamente, desaprobó una prueba de actuación que le hicieron en los estudios de la compañía Universal debido a que era “demasiado oriental”.
El esperado éxito en las tablas le llegó a partir de 1951 cuando interpreta El Rey y yo, que la actuará en 4625 ocasiones. Este papel, indiscutiblemente el rol de su vida, le permitirá convertirse también en una estrella de cine con una actuación que le valió el Oscar en 1956. A partir de ese momento, Brynner actuará regularmente en películas. Con frecuencia integra el reparto de superproducciones como Los diez mandamientos, Taras Bulba, La batalla de Neretva y será sustituto de Tyrone Power en la famosa cinta Salomón y la reina de Saba, encarna personajes rusos en filmes como Anastasia o Los hermanos Karamazov y alcanza fama mundial con su presencia protagónica en los repartos de las dos partes del oeste Los siete magníficos.
Brynner rodeará su vida personal de un halo de misterio, y no será hasta la publicación de dos libros Yul: The Man Who Would Be King y Empire and Odyssey que se conocerán detalles de su vida. Parte del misterio ha sido su fecha exacta de nacimiento, en la que hay evidentes contradicciones: algunos autores señalan que en realidad ocurrió el 11 de julio del año 1920.
El actor, que pasará a la posteridad teatral y fílmica como el Rey de Siam, falleció en Nueva York el 10 de octubre de 1985, víctima de un cáncer de pulmón. Brynner era un fumador empedernido, y dejó como legado para los jóvenes un testimonio en el que advertía de los peligros del tabaquismo.
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(16-22/ 07/ 2015)