NOTICIA
“Cerdos”
Cerdos, del director camagüeyano Keiter Castillo Santana (1993), es otro de los nuevos proyectos de animación que surgen por estos tiempos como alianza entre Animados ICAIC y un grupo de realizadores independientes.
El interés e iniciativa de Animados ICAIC en acogerlos ha abierto un camino para el desarrollo artístico cinematográfico.
Cerdos se realizará con la técnica de animación 3D. Para conocer algunos detalles, conversamos con su director.
Estás haciendo una película con Animados ICAIC. Coméntanos la experiencia.
Realmente para mí todo fue inesperado. Recuerdo que llego a casa de mi colega Henry de Armas y él me comenta que le habían llamado de Animados ICAIC para presentar unos proyectos. Yo me sorprendí, le dije que eso estaba muy bien, pero que no tenía ninguna experiencia en el campo de la animación. Pero, al mismo tiempo, pensé en todas las posibilidades que nos daría trabajar con el ICAIC.
Fue entonces que nos dimos a la tarea de pensar en ello. Desempolvé un cuento de un escritor español y hablé con Isaul Ortega (guionista) para que trabajara en función de la historia. Y ahí fue donde comenzó, creo, una de las tareas más difíciles. Uno de los requisitos de los proyectos es que deben ser producidos —en su totalidad— en la provincia, en este caso, Camagüey. A raíz de esto decidimos buscar personas que cumplieran con las necesidades que demandaban las películas, como, por ejemplo, modeladores 3D, animadores, etc.
Cuando lo tuvimos todo, entramos en la parte de la carpeta de los proyectos, en la que Henry de Armas dirigiría un cortometraje llamado Tu estrella y yo lo produciría. Al mismo tiempo, yo dirigiría el otro cortometraje, llamado Cerdos, y él sería el productor.
En estos momentos estamos en la primera etapa de animación. No puedo decir que ha sido fácil, pero sí ha sido hermoso. La experiencia de pensar en cómo será todo, desde el storyboard hasta el modelado y la animación, ha sido fascinante.
¿Sobre qué trata el cortometraje que diriges?
Cerdos trata sobre la diferencia de clases sociales y cómo una sociedad se ve inmersa en este mal. Dos personajes: Lázaro, un señor gordo de enorme calvicie, y Ciro, delgado, famélico… trabajan alimentando cerdos en un basurero y tratan de darles sentido a sus vidas para aspirar a algo mejor.
Hace un tiempo buscaba una historia que verdaderamente pusiera en alerta nuestros sentidos sobre el camino que está tomando la sociedad. Luego de leerme este guion entendí que era una historia que reflejaba lo marginales y sucias que pueden llegar a ser algunas clases sociales. Debemos y tenemos el compromiso de cambiar el rumbo, somos dueños y responsables de nuestro destino.
Mi intención es que nos identifiquemos con el futuro que se aproxima. Comprender lo insensible que nos estamos volviendo y entender que muertos ya no somos nada, y a veces vivos, tampoco. Estamos perdiendo lo más importante que nos ha dado la naturaleza, el poder de razonar. Al final todos somos lo mismo, el que está arriba y el que está debajo. No podemos irnos de esta tierra sin dejar un mensaje a las futuras generaciones, un mensaje de cambio y, sobre todo, de alerta.
Esta película y sus personajes pueden ser en lo que se convierta el mundo en unos años. De ahí el llamado.
¿Con que equipo de realización cuentas?
El equipo está formado por productores, modeladores 3D, dibujantes, diseñadores gráficos, animadores, guionistas, fotógrafos, realizador de efectos especiales… solo por mencionar algunos.
Realmente nuestra meta es darle una nueva mirada al animado cubano, desde una perspectiva joven y llena de valores.
Te iniciaste como documentalista. Háblanos un poco de tus inicios.
Yo comienzo como realizador de documentales, luego incursioné en la ficción y ahora por último esta gran experiencia de realizar una película animada me ha llevado a un escalón más allá de todas expectativas. Para estos filmes animados contamos con un equipo no muy grande, pero sí muy trabajador. Un equipo que se está enfrentado al trabajo riguroso de un animado, a los golpes tecnológicos de hacer con lo que tenemos a mano, pero tratando que esto no influya en la calidad.
¿Te sientes satisfecho con esta unión artística entre la institución y los jóvenes independientes?
Más que satisfecho me siento agradecido, en especial con Aramís Acosta, quien ha sido nuestro guía para adentrarnos en el mundo de la animación. Que exista un vínculo entre Animados ICAIC y nosotros los realizadores independientes es una muy buena idea. Es una forma de apoyar el movimiento de estos realizadores a lo largo del país. La mayoría de nosotros somos jóvenes que estamos empezando nuestras carreras en el mundo del cine y el audiovisual en general. Se trata de una forma de encaminar a las nuevas generaciones, de brindarnos plataformas de creación y al mismo tiempo, de exhibición.
Veo estas ideas de una forma positiva y deberían existir más vías que nos permitan posibilidades de expansión. Está claro que los nuevos realizadores serán luego la punta de lanza del arte cinematográfico en Cuba, y hoy las instituciones tienen la responsabilidad de guiar y brindar las herramientas para desarrollar el arte joven en general.
(Foto: cortesía del entrevistado)