NOTICIA
Cine de Costa Rica en La Habana
Del 9 al 12 de noviembre la sala 3 del Multicine Infanta acogerá la Muestra de cine de Costa Rica, organizada por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, el Ministerio de cultura y juventud de Costa Rica y la Embajada de este país en Cuba.
Cuatro filmes componen la muestra, cuyas exhibiciones serán siempre a la 7:00 p.m.: Presos (Esteban Ramírez), Por las plumas (Ernesto Villalobos), El camino (Isthar Yasin) y El Codo del Diablo (Ernesto y Antonio Jara).
El primero –que abrirá la muestra el jueves 9– narra las vicisitudes de Victoria. Esta es una joven apasionada por el baile quien, tras una relación de cinco años con su novio, rompe con él y su existencia habitual para incursionar en el complejo ambiente carcelario. Tras una serie de situaciones, Victoria descubre una realidad que va más allá de las convicciones sociales, lo que la hará dudar de sus propios límites y del sentido de libertad.
El actor protagonista de esta película, Daniel Marín, visita nuestro país con motivo de la exhibición del largometraje, que constituye su primer gran trabajo en el séptimo arte.
Por las plumas nos cuenta de Chalo, guarda de seguridad que se afana por conseguir su primer gallo de pelea. Una vez que logra su objetivo, se comienza a desencadenar una serie de acontecimientos inesperados que ponen a prueba sus ilusiones y el valor de la amistad.
Una historia de dolor y desamparo es la trama de El camino. Saslaya, una niña de 12 años, y su hermanito Darío emprenden un tortuoso viaje. Ambos deciden escapar de Nicaragua y atraviesan la frontera, hasta que llegan a San José, en busca de la madre de ambos, que emigró hace ya ocho años a Costa Rica. Es la primera película costarricense en estar en el Festival de Berlín (sección Forum).
La cuarta propuesta, El Codo del Diablo, es un documental. Cético es un niño de 12 años que, en 1948, pocos días antes de Navidad, tiene que hacer un viaje del puerto Limón en el Caribe, hasta la ciudad de San José en busca de su padre. A través de su recorrido nos revela la memoria olvidada de esta zona de enclave bananero y los detalles de un terrible crimen cometido en un lugar conocido como El Codo del Diablo.