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Cuando un paraíso se torna infierno
Unos envidian lo que otros tienen y no valoran o manejan como deberían. Ese pudiera ser, a grandes rasgos, el mensaje principal que nos dejó La vida que queríamos (2020), drama familiar austriaco que exhibió la noche de este jueves 4 de febrero el telecine Amores difíciles.
Dicha película, dirigida por Ulrike Kofler a partir de una historia de Peter Stamm, cuenta con las actuaciones de Lavinia Wilson, Elyas M'Barek, Anna Unterberger y Lukas Spisser, quienes se muestran ―por momentos― profundos, pero sin dejar que sus personajes pierdan el rumbo.
Este filme de autor constituyó el debut exitoso como realizadora de Kofler, quien antes se dedicaba solo a la edición y que, en esta oportunidad, pudo construir una historia interesante y reflexiva, la cual narra el momento en que una pareja infértil (pero que anhela tener descendencia, sobre todo ella) ve cómo su matrimonio se pone a prueba en medio de unas vacaciones en un centro turístico de Cerdeña (Italia).
Entonces, el paraíso se torna infierno, con vecinos ruidosos y entrometidos, insatisfacciones, tristeza, falta de comunicación y reproches cruzados. Eso sí, todo lo anterior en medio de hermosos paisajes rodeados por un inmenso mar que sirve para atenuar las “pataletas” de la protagonista.
Sutil y elegante, a la vez que efectivo, La vida que queríamos enfoca una relación de pareja en crisis, un matrimonio que lucha por mantener las apariencias y que se debate entre aceptar sus limitaciones biológicas o seguir pasando por invasivos tratamientos médicos de fertilidad.
Entre la poca música que se escucha en el largometraje de 93 minutos, destaca una versión de Stay, canción original de Rihanna, que regresa (para quienes no la oían hace tiempo) para transmitir intimidad y emoción.
Asimismo, durante buena parte de la película aparecen imágenes que aluden a los hijos que no existen dentro de una pareja y que parecieran quedarles grandes a la otra, la de sus vecinos en la isla italiana.
En resumen, se trata de una historia honesta que se torna cada vez más densa a un ritmo creciente hasta concluir en un inesperado final. No obstante, no logra eludir ciertos lugares comunes en torno a su género y trama.
Pese a todo, La vida que queríamos resultó una propuesta acertada, quizá entre las mejores presentadas en Amores difíciles desde el inicio del espacio televisivo, que desde hace par de semanas cambió su frecuencia semanal a los jueves, a las 11:00 p.m., por el canal Cubavisión.
(Foto tomada de Sensacine)