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De cine argentino y latinoamericano
Durante estos días, los cinéfilos han tenido a su disposición en el capitalino cine La Rampa, una parte de la mejor producción cinematográfica argentina de los últimos tiempos.
Relatos salvajes (Damián Szifrón), Arrebato (Sandra Gugliotta), Muerte en Buenos Aires (Natalia Meta), Refugiado (Diego Lerman) y otras obras del séptimo arte, han podido ser disfrutadas a lo largo de la V Semana de Cine Argentino en La Habana, la cual agradece su celebración al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
Dos de los visitantes que llegaron hasta la Isla para participar en el evento fueron los actores argentinos Daniel Valenzuela y Juan Palomino. El primero, protagonista de El bumbún (Fernando Bermúdez); el segundo, de Diablo (Nicanor Loreti), ambos incluidos en la muestra de filmes de la semana.
En reciente conversación con varios periodistas cubanos, Valenzuela y Palomino aseguraron sentirse felices de estar en Cuba y haber podido presentar en la sala oscura de La Rampa las historias de la hija de un obrero alcohólico y violento que la obliga a asumir identidad de varón, y el ex campeón de boxeo cuya carrera terminó al matar de un puñetazo a un rival, que narran El bumbún y Diablo, respectivamente.
Ambos actores son, además, los organizadores del Festival Internacional de Cine de las Tres Fronteras, el cual se celebra cerca de las cataratas del Iguazú, en el límite entre la provincia argentina de Misiones y el estado brasileño de Paraná, y cerca también de la frontera entre Paraguay y Argentina. De ahí el nombre del evento.
El Festival, que tendrá su segunda edición del 26 de septiembre al 3 de octubre de este año, es, según palabras de Valenzuela, el único festival de cine en el mundo organizado por actores y tiene la particularidad de realizarse en carpas, dada la inexistencia de salas de cine en esa región fronteriza.
Palomino confesó que la idea de hacer este certamen surgió como respuesta a la película Triple frontera, de la directora estadounidense Kathryn Bigelow, la cual estigmatiza este territorio con grupos terroristas, tráfico de armas, drogas y personas. “Para el cine hollywoodense, desgraciadamente la zona de las tres fronteras es solamente eso. La génesis del Festival se dio, entonces, como respuesta a esa mirada totalmente errónea. Si nos atacan con el cine, vamos a responder con el cine”.
“Es un festival pura y exclusivamente latinoamericano. Se compite en las categorías de ficción, documental y animación, y puede participar en él cualquier filme de la región cuyo estreno no exceda los tres años. No obstante, también están invitados todos aquellos directores europeos, estadounidenses, australianos, orientales… cuyas obras estén relacionadas con América Latina”, explicó el protagonista de Diablo.
La presidenta de la Oficina Santiago Álvarez del ICAIC, Lázara Herrera, fungió como jurado en la categoría de largometraje documental durante la primera edición del evento el pasado año y, al igual que sus organizadores, reconoció la importancia para el cine latinoamericano de un certamen como este.
Según Valenzuela, la realización de este festival no sería posible sin el apoyo del INCAA, las autoridades locales y el gobierno de su país. “Estamos muy contentos de poder celebrarlo. Es un festival que llegó para quedarse”.