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El hombre de la gran paciencia y calma telúrica
Con el objetivo de homenajear el aniversario 85 del nacimiento del cineasta cubano Octavio Cortázar, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) rindió merecido homenaje este viernes con la exhibición de audiovisuales y la presentación de un panel dedicado a la vida y obra del realizador.
En el panel moderado por el director de la Cinemateca de Cuba, Luciano Castillo, la presidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC, Lourdes de los Santos, subrayó que el tributo tenía el propósito de rememorar a quien fue en vida uno de los vicepresidentes de la institución. Además, recordó que gracias a la voluntad de Cortázar fue que el documental pudo sobrevivir a tiempos difíciles.
“Yo misma me considero una de las afortunadas que consiguió gracias a él y a la productora Hurón Azul desarrollar mi carrera dentro de ese género. Creo que todos los documentalistas debiéramos ser conscientes de la inmensa labor que desarrolló en pos de visibilizar la importancia del documental”, puntualizó De los Santos.
Por su parte, el realizador Jorge Luis Sánchez, estudioso de la obra documentalista de Cortázar, comentó sobre el quehacer cinematográfico del artista y apoyó su intervención con la lectura de un fragmento de su libro Romper la tensión del arco. Movimiento cubano del cine documental (Ediciones ICAIC, 2010), en el que analiza el filme Por primera vez (1967).
Sobre el mismo Sánchez planteó: “Es el documental que todos hubieran querido hacer, pues no en vano es considerado uno de los más hermosos en la historia del cine latinoamericano”.
El director de Buscando a Casal concluyó su intervención expresando que siempre admiró la personalidad del realizador, desde que se interesó en conocerlo a propósito del estreno de El brigadista: “A Cortázar siempre lo recordaré como aquel hombre que tenía una gran paciencia y una calma telúrica”.
También participó en el encuentro el crítico de cine Daniel Céspedes, quien ofreció apreciaciones valorativas sobre la ética y la estética que rigieron los documentales dirigidos por Cortázar. Céspedes se refirió a la cubanía evolutiva que aparece en obras como En un fin de curso (1971), Con las mujeres cubanas (1974), En un examen de ingreso (1975), el reconocido Por primera vez.
“De manera general, podría decirse que Cortázar habla de la Revolución bajo la corriente del realismo socialista. En sus materiales sobresalen la técnica del reportaje y el género de la crónica. Reina en su obra un matiz que supuso respaldar a través de testimonios un proyecto nacional y el hecho mismo de hacer cine durante muchos años”, concluyó Céspedes.
Por último, el actor Patricio Wood, quien tuvo su primera oportunidad protagónica con el debut de Cortázar en la ficción, ofreció criterios y vivencias respaldadas por haber podido trabajar junto al realizador en más de una oportunidad: “Su figura siempre me resultó enigmática, desde antes de trabajar con él. Su personalidad pulcra y preocupada me hacía preguntarme constantemente cómo podía desdoblarse para buscar la cubanía en los lugares donde menos uno lo esperaba”.
Wood intercambió con los asistentes al encuentro algunas anécdotas que provocaron comentarios y motivaron a los asistentes a exponer sus experiencias personales con el artista.
El protagonista de filmes como El Brigadista y Guardafronteras agradeció estar presente en un encuentro que él mismo catalogó de amistoso, pues según su criterio muchas personas podrían hablar de quién fue Octavio Cortázar.
“Nunca olvidaré su relación con nosotros, siempre fue muy celoso de su obra y de aquellos que trabajábamos junto a él. Agradezco que haya confiado en jóvenes para hacer su primer filme de ficción. Su confianza me inició en el mundo escénico, y nunca olvidaré esa primera oportunidad”, concluyó el actor.