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El Mayor sigue adelante
La película cubana El Mayor, producida por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), continúa su etapa de posproducción bajo la asesoría de su director de fotografía, el experimentado Ángel Alderete.
El director del filme, el cineasta Rigoberto López, falleció antes de dejar concluido todo el proceso de realización. Ante tales circunstancias, el Instituto, con ánimos de finalizar el largometraje sobre el patriota cubano Ignacio Agramonte, designó a Alderete como encargado de monitorear el trabajo hasta su conclusión.
Con el propósito de conocer más detalles, Cubacine conversó con el realizador, quien también estuvo a cargo de la fotografía de una de las más recientes entregas de la filmografía cubana: Inocencia (Alejandro Gil, 2018).
Según Alderete, luego del deceso de López el pasado enero, los primeros pasos al reanudar el trabajo fueron algunos cortes para reducir el tiempo de duración del filme. De esta manera, el metraje quedó en 120 minutos y durante el reajuste se respetaron los criterios de su director, por lo que, de acuerdo con el fotógrafo, el cineasta estaría satisfecho.
¿En qué etapa de la posproducción se encuentra el filme?
En estos momentos nos hallamos inmersos en la limpieza de los diálogos, en la realización de los efectos visuales y la banda sonora. Por todas las escenas de acción que tiene la película, estos elementos presentan especial importancia, aparte de la que normalmente tienen en la concepción de cualquier audiovisual.
Filmamos las batallas ―que por cierto, son muchas― pensando en realizar efectos visuales con la mayor calidad posible. Este proceso va con buen ritmo. Próximamente, José María Vitier debe entregar la música y planeamos concluir todos los demás aspectos en agosto. En los meses de septiembre y octubre nos centraremos en el color y la premezcla. Y en noviembre debemos mezclar finalmente en España.
La fecha de estreno aún no está prevista. No sé si se programará para el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano o antes, ya eso será una decisión del Instituto.
¿Cómo se siente al asumir este proceso?
Es una responsabilidad muy grande, pero me siento a la vez muy afortunado. Creo que el hecho de haber sido amigo de Rigoberto durante muchos años y haber trabajado junto a él en varias películas me ha ayudado muchísimo. Conozco su estética y manera de pensar, y es por eso que hemos respetado la estructura que dejó hecha. Solo hemos realizado cambios pertinentes que, de estar vivo, estoy seguro de que los hubiera hecho.
Es la primera vez que estoy al frente de una posproducción, aunque he dirigido documentales y videoclips, no es lo mismo. Esto es algo mucho más grande y constituye todo un reto para mí y el equipo de realización.
¿Y este reto cómo lo piensa asumir?
Considero que desde el momento en que acerté trabajar en lo que filmó Rigoberto, dejé bien clara mi posición en relación a la confianza que depositó el ICAIC en mí y en mi capacidad.
El Mayor es un compromiso, y no solo desde su trama histórica y política, sino también con la figura de su realizador. Terminar este filme constituye para mí un asunto de interés personal, porque también asumí la responsabilidad de unir las diversas especialidades y conducir el trabajo, para sacar lo mejor de este gran material que nos dejó Rigoberto, en su honor.
¿Qué expectativas tienen respecto a la película?
Pienso que va a gustar. Es polémica por la figura histórica que retrata y toda la contradicción que rodeó su vida política. En el filme se reflejan hechos que en ocasiones no son de conocimiento común, pues todas las historias de los países están llenas de elipsis. El Mayor trata de llenar muchos vacíos relativos a la vida de Agramonte, por lo que el espectador podrá ver desde sus discrepancias con Carlos Manuel de Céspedes debido a los criterios divergentes que tenían ambos en relación a la concepción de la República, hasta la escenificación de su polémica muerte.
Así que además de presentar atractivos formales como los efectos visuales, imagen y sonido, esta propuesta gustará también por los conflictos que se recrean.
Considero que las expectativas más grandes las tenemos en relación al pueblo camagüeyano. Ellos son las únicas personas en Cuba que se llaman a sí mismos como su patriota y viven orgullosos de eso. Los agramontinos esperan verse reflejados a través de una de sus raíces independentistas más importantes. Es una expectativa que me inspira por las ansias que tienen de ver este homenaje a su máximo héroe, pero al mismo tiempo me atemoriza desconocer si cumpliremos o no con sus aspiraciones, anhelos, deseos…
Para finalizar, Alderete invitó a los interesados por el séptimo arte y la historia de Cuba a no perderse en un futuro próximo el estreno de El Mayor. Según él, a pesar de no contar con la presencia física del director de esta película, todo el equipo de realización se encuentra unido y con ánimos de continuar esta parte de su legado.
“Lo que estamos haciendo es un trabajo colectivo, en el que todos damos nuestra contribución, una tarea que no acabará hasta que concluyamos esta obra coral de la que Rigoberto López es su creador y nosotros, los encargados de ayudar a conformarla”.