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Espionaje y paranoia en “Solo la verdad”
A principios de los años sesenta, y durante la pugna entre EE. UU. y Rusia, el ingeniero eléctrico británico Greville Wynne se mantiene apenas económicamente con su pequeña empresa. Como anuncia regularmente sus productos en todo el mundo y viaja varias veces al año, sus actividades comerciales lo convierten en el mensajero ideal para el servicio secreto inglés MI6, para el cual Wynne debe ponerse en contacto con Oleg Penkovsky en Moscú.
En los años siguientes el oficial entrega más de 50 microfilmes con información clasificada sobre el programa de construcción de armas nucleares soviéticas a la inteligencia inglesa y estadounidense. A cambio, recibe patentes para impulsar la producción de bienes de consumo en la antigua URSS.
Este es el argumento de El espía (2020), drama basado en hechos reales que estrenará este lunes 21 de junio Solo la verdad. Dirigido por Dominic Cooke y protagonizado —de manera brillante— por Benedict Cumberbatch, Merab Ninidze, Rachel Brosnahan y Jessie Buckley, esta historia de espionaje, sólidamente escenificada, sigue las leyes del género basándose en las memorias del propio Wynne.
En el mismo, el entendimiento entre Greville y Oleg, personajes de múltiples capas y ambivalentes, se convierte en el centro del thriller de Cooke, su segundo trabajo como cineasta, del cual hay muchos aspectos positivos que destacar.
Y es que el director consigue evocar de forma convincente en el espectador una época marcada por la Guerra Fría. Además, Cumberbatch interpreta de forma magistral a un espía aficionado, un hombre valiente dispuesto a pagar el precio definitivo para evitar que el mundo caiga en una enfrentamiento nuclear.
Por otra parte, la atmósfera de paranoia creada por Stalin frente al omnipotente poder del estado, cuyos representantes, como Penkovsky, viven con lujo para los estándares rusos de aquel periodo, es hecha comprensible por Cooke en El espía, así como el miedo en Occidente al Este comunista.
En fin, que aunque no hay nada nuevo o transformador aquí, The courier (título original de la película en cuestión) se mantiene a flote gracias a sus actuaciones, la temperamental fotografía de Sean Bobbitt y a la atractiva partitura de Abel Korzeniowski.
El telecine Solo la verdad se transmite los lunes alternos, a partir de las 10:40 p.m., por el canal Cubavisión.