NOTICIA
Historia de un divorcio anunciado
En diez largometrajes de ficción, dirigidos en poco menos de 25 años, Noah Baumbach ha tratado de retratar, con mayor o menor fortuna, los avatares, caóticos y muchas veces divertidos, de las vidas de personas ligadas al mundo del espectáculo.
En películas como Historias de familia o Mientras somos jóvenes ha recorrido un camino con algunas aproximaciones al Woody Allen de los años 70 y 80, mezclando drama y comedia para pintar, la mayor parte de las veces, historias dolorosas y hasta desgarradoras de personajes que transitan por esas situaciones.
Historia de un matrimonio es, acaso, su película más redonda en ese sentido, la más directa, la que va sin demasiadas vueltas narrativas hacia un entorno concreto. Más que la de un matrimonio, se podría decir que es la historia de un divorcio. Al comienzo del filme, más allá de que escuchemos en off textos afectivos de uno sobre el otro y veamos imágenes tiernas de su vida en común, distinguimos a los personajes en la sala de un terapeuta de pareja, trabajando los problemas que los han llevado a querer divorciarse.
Este es un largometraje que hace recordar a Kramer vs. Kramer, de Robert Benton, como a la más virulenta Escenas de la vida conyugal, de Ingmar Bergman. Aquí Baumbach disecciona un proceso de divorcio poniendo el acento en las consecuencias que el propio proceso legal genera en ambas partes. Charlie —un soberbio Adam Driver— es un autor teatral radicado en Nueva York, estrella del Off Broadway, que parece estar a punto de consagrarse. Nicole —Scarlett Johansson, en el que acaso sea el mejor papel de su carrera— es una actriz que venía de trabajar en películas comerciales en Hollywood, pero se enamoró de la joven promesa, se mudó a la otra costa y se convirtió en la protagonista de las obras que produce con su compañía independiente.
La vida pasada de ambos parece idílica, pero los distintos deseos y necesidades personales los llevan a distanciarse, de a poco, casi sin darse cuenta. Y cuando los encontramos, ella ya ha aceptado un papel en una película de ciencia ficción y se ha mudado con Henry, el pequeño hijo de la pareja, a Los Ángeles. Y Charlie no tiene muy claro qué debe hacer o cómo enfrentar la situación.
Historia de un matrimonio es una película emotiva, pero su director no se lanza desfachatadamente a la caza de las lágrimas del espectador. Ellas surgen de la propia dureza de las situaciones, de la manera descarnada y verdadera en la que tanto Johansson como Driver van desnudándose emocionalmente e intentando reencuentros o acuerdos en función de un hijo que ambos aman y ninguno quiere ver sufrir más de lo que ya está sufriendo.
Si el título habla del matrimonio y no del divorcio es porque, a fin de cuentas, el dolor, el enojo, los reclamos y el tedio se mezclan con el amor, el cariño y la comprensión que ambos se siguen teniendo pese a todo. Y la historia que cuenta es una que habla del pasado, del presente y, en la mirada triste y confundida del pequeño Henry, también del futuro.
(Tomado del periódico Cartelera Cine y Video, nro. 173)