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La dama de las camelias a lo Cukor
Los vínculos entre la literatura y el cine han estado desde el nacimiento de este último. Ellos han sido tan estrechos que mucho de lo que se leía influyó luego en las obras cinematográficas hasta que el cine devino arte, también se hizo más técnico e imaginativo, y entonces vino a repercutir en el modo de hacer literatura. De hecho se habla incluso de prosa o narrativa cinematográfica para expresar la asociación visual que nos despierta determinada lectura. Mucho se ha hablado de la relación entre literatura y cine.
Más que buscar cuánto se parece una película a lo que contiene un libro ―aunque la película esté inspirada en una novela, por ejemplo― conviene apreciar cada uno por separado.
La versión, la adaptación o la toma de partida de una obra cinematográfica no son mejores porque se subordinen estrictamente a la literatura. El director puede aportar a la trama; el guion puede contener novedades o retirar contenidos, por ejemplo, mientras no vaya contra la esencia de la obra. La literatura tiene su reino y sus códigos como también los tiene el cine. Eso sí, intenta primero leer el libro y luego enfréntate al cine.
No obstante, hay que reconocer cuánto ha ayudado y ayuda el cine al conocimiento del referente literario. George Cukor fue uno de los grandes directores del cine norteamericano que más se apoyó en la literatura para hacer cine. En los años treinta se atrevió con la novela realista, con elementos todavía del movimiento romántico, y lleva a la pantalla grande La dama de las camelias, basada en la obra teatral del mismo nombre de Alejandro Dumas hijo.
¿Cuáles son los temas del libro de Dumas que van a estar presentes en la película de Cukor? La prostitución, la crítica a los prejuicios sociales, la doble moral, la intolerancia, los celos, la venganza, la fugacidad del amor, en fin…
La protagonista de la película, Margarita Gautier, encarnada por Greta Garbo, intentará cambiar de vida porque se enamora, pero encontrará grandes obstáculos sociales en la figura de otro personaje.
Ambientada en la Francia del siglo 19, la adaptación cinematográfica va a destacar por su fotografía, los decorados y el vestuario, así como la dirección de actores. De hecho, George Cukor fue muy conocido por saber exigirles sobre todo a las actrices que trabajaron con él, como la sueca Greta Garbo, quien además de ser buena actriz tenía un carisma y un atractivo sexual suficientes para quedarnos no solo con ella, sino con la película entera. Y ella se luce gracias a la presencia de los actores Robert Taylor y Lionel Barrymore.
La dama de las camelias a lo Cukor marcó una manera de ser mujer rebelde en el cine. Hay más de un género cinematográfico coexistiendo en la película: la comedia y el musical, si bien es el melodrama ―como otro personaje más― quien termina imponiéndose.
La dama de las camelias, de 1936, de George Cukor, vino también a evidenciar el funcionamiento de esquemas narrativos a lo Hollywood, pero devino obra muy bien realizada dentro de la estética y los cánones del cine establecido en aquella época.