La Gloria del recuerdo

Pocos son los documentales que incursionan en el tema de la memoria histórica y su rescate, de esa memoria que casi se invisibiliza con el tiempo; de ese tiempo que solo con el recuerdo se puede convertir en creación y nuevos significantes.

La realizadora y actriz Isabel Santos nos demuestra lo contrario a la habitual creencia de que la memoria es la práctica de “traer el pasado al presente”, concepción reduccionista que invalida la indagación en verdades particulares y colectivas de un grupo humano, el contexto y las circunstancias en que vivieron. Con su más reciente documental, Gloria City, nos demuestra que el ejercicio creativo de la memoria no es una cuestión de recordar acontecimientos y fechas, sino de reinterpretar el pasado para su conocimiento más completo.

La Gloria fue un poblado ubicado al norte de Camagüey, en el municipio Sierra de Cubitas, construido después de la llegada de más de un centenar de norteamericanos en enero de 1900. La intención de aquellas primeras familias fue crear una colonia en la Isla, pero muchos alegan que esta comunidad surgió de un engaño del que fueron víctimas aquellos colonos por el gobierno norteamericano de la época, por lo cual la inmensa mayoría de ellos retornó al cabo del tiempo a los Estados Unidos.

Realizado con meticulosidad y oficio riguroso, gracias a la perspicacia de su directora, Gloria City tiene como punto de partida el libro Conversación con el último norteamericano, del escritor e investigador Enrique Cirules, e indaga en ese episodio histórico mediante una estructura narrativa que fluye armoniosamente con las secuencias apoyadas por la agudeza visual de un director de fotografía como Rafael Solís, quien explora cada recurso del que puede extraer belleza y sentido de inmensidad del paisaje como elementos estéticos del lenguaje visual.

Es el propio Cirules el principal entrevistado, y su testimonio, el último registrado antes de su muerte, recrea su relación con el protagonista de su libro, William Stockes (fallecido en 1974), “el último norteamericano” quien fuera testigo de la aventura en la que humildes granjeros norteamericanos vinieron a Cuba en busca de la tierra prometida.

Con ello, más que hablarnos de recuerdos, Gloria City va al rescate del espíritu que animó a aquellos pioneros, que no solo marcharon al oeste del continente en busca de nuevos territorios donde establecerse, impulsados por una filosofía imperial expansionista, sino que también se fijaron en esta pequeña isla al sur de la Florida, codiciada presa de afanes anexionistas.

Tomado de: Cartelera Cine y Video, No 146, diciembre de 2017.