NOTICIA
Miedos de papel y celuloide
Hola, joven lector. Quiero preguntarte algo: ¿te gusta el cine de terror? ¿Te apasionan los filmes llenos de espantosas criaturas, asesinos en serie y vengativos fantasmas capaces de erizarle los pelos del cogote al más pinto de la paloma? ¿Sí? ¡Muy bien! Mmm, otra pregunta: ¿te gusta leer? ¿También? ¡Perfecto! Entonces, voy a recomendarte un libro lleno de historias basadas en películas siniestras, espeluznantes, tremebundas.
¿Nunca pensaste que un libro así pudiera existir? Pues existe: se titula Miedo en el cine, fue publicado por Ediciones ICAIC en el 2018 y su autor es Enrique Pérez Díaz, uno de los escritores para niños y jóvenes más importantes de nuestro país.
Sucede que Enrique, como tú, como yo, es un fanático de los filmes de terror. Por eso decidió escribir Miedo en el cine: suerte de homenaje al séptimo arte, a sus primeros artistas, a los cines de barrio (una verdadera especie en extinción) y a tantos personajes que durante décadas han cautivado y asustado a espectadores de todas las edades.
Entre esos personajes se encuentran el espectral Sabueso de los Baskerville; la seductora Elizabeth Báthory, más conocida como la Condesa Sangrienta; Freddy Krueger (cuyos filmes me provocaron horribles pesadillas durante la adolescencia), el siniestro Barbazul; la monstruosidad creada por el Doctor Víctor Frankenstein; el payaso Pennywise, de dientes filosos como navajas de afeitar, y Samara, la niña que sale del pozo en la película El aro (2002) y sus correspondientes secuelas.
Muchos de ellos proceden de cuentos o novelas escritos por autores tan importantes como Charles Perrault, Mary W. Shelley, Stephen King y Arthur Conan Doyle, y han sido llevados en varias ocasiones a la gran pantalla. Ahora vuelven a la página impresa gracias a los cuentos de Enrique; nada extraño, pues, desde sus inicios, cine y literatura establecieron un hermoso noviazgo, hasta el punto de que, en la actualidad, se escriben novelas basadas en películas.
No, y lo que es mejor (o peor, según el punto de vista): gracias a los cuentos de Enrique, dichas criaturas escapan de las pantallas para entrar a nuestro mundo y hostigarnos, aterrorizarnos, voltearlo todo al revés. Así, las historias de Miedo en el cine están llenas de escurridizos espectros, inquietantes enanos, hermosas vampiresas y aves asesinas que nos sorprenden a la vuelta de la esquina, nos persiguen por la ciudad u ocupan la butaca vecina mientras disfrutamos una película en nuestro cine favorito.
Todo esto, debidamente aderezados con hermosas ilustraciones realizadas por Marla Albo, quien mezcló figuras vaporosas, chorros de sangre y árboles descarnados para crear imágenes que mucho deben a los carteles cinematográficos, a las sombras chinescas y a esos artilugios de nombres impronunciables (zoótropo, praxinoscopio, zoopraxiscopio) que constituyen los tatarabuelos del séptimo arte.
Pues bien, ha llegado la hora de enfrentar algunos de los más grandes horrores jamás soñados por el ser humano. ¡Miedo en el cine aguarda por ti! Solo me resta hacerte una última recomendación: trata de leerlo durante la noche, con los pies en alto y las luces encendidas, por temor a las cosas que se arrastran bajo los muebles y a las siluetas que nos espían por encima del hombro.