NOTICIA
Mirtha… vivísima
Las mujeres casi siempre somos la figura acompañante, la eterna partner que se encarga de los menesteres terrenales, en tanto, nuestros compañeros sentimentales ganan prestigio como si fuera obra de magia, y no un trabajo en conjunto. Quitarnos ese “tufillo” machista cuesta muchísimo aún, pero algunas féminas han sabido sortear el cliché de figura decorativa, para posicionarse como verdaderas protagonistas de sus historias.
La actriz Mirtha Ibarra es una de ellas. Intérprete destacada del cine cubano, con apariciones magistrales, como la eterna Nancy de Fresa y chocolate (Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, 1994) y quien fuera la compañera sentimental de Tomás Gutiérrez Alea, Titón, por muchos años, ha construido una carrera que la ha llevado a escenarios fuera y dentro de Cuba, ganándose la admiración del público y la crítica.
Mirtha Ibarra y Lourdes Prieto durante la presentación en la UNEAC
Para comenzar el año 2016, el ICAIC le propone al público el documental Mirtha…, de la realizadora Lourdes Prieto, quien asumió la invitación hecha por la productora Octavio Cortázar, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). La premier del documental fue 19 de enero en el Chaplin y se exhibirá esta semana en la sala 1 del multicine Infanta.
Miguel Barnet, presidente de esta organización, expresaría: “No quisimos que pasara más tiempo sin rendirle homenaje a una de las figuras más destacadas del cine nacional”.
Mirtha… fue asumido por su directora como un tributo a la actriz, pero sobre todo, a su amiga, según ha declarado públicamente. Y de esa amistad se valió para la filmación del metraje, que regala a los espectadores fragmentos de la vida actual de la protagonista, ya no tan activa en Cuba como en otros tiempos. Su relación con su familia, con sus amigos, con su hijo… son pedazos de vida que no se ven en las filmes que Ibarra ha hecho en el transcurso de toda su vida, pero que, sin dudas, influyeron en ella como ser humano.
Uno de los momentos más reveladores de la cinta está referido a la labor teatral de Ibarra, a quien el público más joven ha encasillado en el cine. Recientemente, la actriz ha llevado a las tablas las piezas Obsesión habanera y Neurótica anónima en España y Cuba, respectivamente. La admirable vivacidad de Mirtha en un medio tan directo como es el teatro es evidente en las pocas imágenes que permite el montaje de Mirtha…
Pero también se habla del futuro en el documental. Además de sus proyectos fílmicos, sus amigos y su familia, la actriz planea crear un centro que lleve el nombre de quien fuera su pareja. Según lo concibe, será un lugar de promoción e investigación artísticas, donde estarán a disposición de los interesados los libros y la papelería de Titón.
Mirtha… se distingue, en suma, por la mirada cariñosa de la directora. Es un regalo para la actriz, y también para su público.
(17-24/ 01/ 2016)
Tomado de: Cartelera Cine y Video.