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“Necesitamos buscar más exclusividad en los premios”
La edición 41 de los Premios Caracol de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC) comenzó este miércoles con la conferencia magistral en la Sala Villena del escritor Víctor Fowler sobre los medios y las redes sociales.
El certamen premia los trabajos más destacados durante el año en el cine, la radio y la televisión. Un total de 249 obras concursan en esta ocasión y de ellas 32 pertenecen a la sección de cine entre filmes de ficción, documentales y animación.
Para conocer detalles del evento, Cubacine conversó con la presidenta de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC, Lourdes de los Santos.
Una nueva edición de los Premios Caracol, ¿qué trae de diferente en esta ocasión?
Para la nueva dirección de la Asociación, elegida después del Congreso, ha representado un reto bastante grande, pues apenas concluyeron las sesiones comenzamos a trabajar en la convocatoria de los premios.
El Congreso nos planteó como reto que no podíamos modificar las bases, porque no contábamos con el tiempo suficiente para hacerlo, pero sí teníamos posibilidades de agregar contenido a partir de los aspectos que fueron planteados en el mismo.
De esa manera elegimos el marco teórico en el que nos centramos esta vez, pues discutiremos en diversos paneles sobre la medialidad, el Decreto Ley 373 Del creador cinematográfico y audiovisual independiente y la crítica en los medios y sobre los medios. Este último punto se ha visto más favorecido en el cine, pues la crítica cinematográfica ha alcanzado en nuestro país un desarrollo palpable en relación con los otros medios, punto que queremos problematizar.
¿Cómo valora la calidad de las obras de cine en concurso en relación con años anteriores?
Hay obras de muy buena calidad, sobre todo en el documental, categoría en la que la participación ha sido extraordinaria, de hecho, otorgar el premio ha resultado muy complicado. En el caso de la ficción tenemos obras en competencia muy importantes, como el corto Los amantes (Alan González, 2018) y los largometrajes Inocencia (Alejandro Gil, 2018), Insumisas (Fernando Pérez, 2018), Club de jazz (Esteban Insausti, 2018) y El viaje extraordinario de Celeste García (Arturo Infante, 2018).
Considero que hay obras suficientes para que la decisión final esté reñida, por ello puedo decir que en relación al año anterior se aprecia una mejoría en la calidad. Aún así seguiremos abogando cada año por que las propuestas dentro de esta sección sean más variadas y mejores.
¿Cuál es la importancia de este premio?
Este premio es de vital importancia para los miembros de esta asociación y, por supuesto, para la UNEAC. Es por eso que queremos a partir del próximo año mejorar las bases, pues somos conscientes de que nuestro evento converge con otros dentro del escenario nacional como el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el Almacén de la Imagen, el Festival de Cine de Gibara y el de Santiago Álvarez.
Creemos que el Caracol necesita buscar más exclusividad en los premios, lo que sería fundamental para la imagen del certamen. De ahí que queramos reducir la cantidad de lauros para que sean solo concedidos a las mejores obras. Creo que ese sería el principal reto para nuestra próxima edición.
Aunque junto a esto también tenemos planificado que la convocatoria se abra desde junio y así podamos celebrar el Caracol en octubre para alejarnos de la cercanía que en la actualidad tenemos con el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Luego de concluida esta nueva entrega, ¿qué planes se ha trazado la Asociación?
Pensamos luego de concluido el evento teórico del Caracol realizar espacios mensuales en los que se debatan temas con reconocidos especialistas sobre esos tres medios. En el caso específico del cine, un aspecto que queremos abordar es el uso y el abuso de temas dentro de la cinematografía nacional. El espacio en que se debatirá este y otros temas se llama Moviendo los caracoles y nuestro principal objetivo será analizar problemáticas no desde un punto de vista catártico, sino para buscar y proponer soluciones que pudieran mejorar la creación artística. Esa es, ante todo, una de las premisas que nos rigen y a la vez nos unen dentro de la UNEAC.