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Nuestro cine desde las (otras) artes

Mié, 01/15/2025

Es todo un lugar común designar el cine como suma y síntesis de las artes. Pero como casi todo lugar común, ello resulta una verdad incuestionable.

La exposición “Diseño: ¡acción!”, que se inaugura el próximo jueves 16 a las 3 pm en la Galería "Raúl Oliva " del Centro Cultural " Bertold Bretch", propone un recorrido por el cine cubano desde algunas de esas expresiones que lo conforman y enriquecen, concretamente las artes plásticas: muebles, vestuario y esos metatextos (los que remiten a otros) que son los carteles, nos conducirán por algunos momentos imprescindibles del imaginario fílmico del patio, y a veces un poco más allá…incluyendo la llamémosle “prehistoria”: fotos del cine cubano anterior al surgimiento del Icaic con obras firmadas por José Oriol, Ramón Peón y otros que pudiéramos considerar los fundadores.

Las instalaciones nos remiten a filmes de época: muebles tanto Art Nouveau como Luis XVI que fueron utilizados en varios títulos (digamos, Amada, de Humberto Solás y Nelson Rodríguez), o los no pocos baúles, típicos en casas de familias acomodadas, de los cuales se ha seleccionado uno, bien representativo, que nos recordará muchas escenas vistas en filmes tales Roble de olor (Rigoberto López ), Cecilia , El siglo de las luces (Humberto Solás) o el ya mencionado que protagonizara Eslinda Núñez.

Un segmento particularmente significativo es el dedicado a la ropa: nuestro cine se ha vestido , también literalmente, de largo, representando desde el talento, la información y sensibilidad de varios diseñadores en esta rama, las diferentes épocas en que se enmarcan los filmes de referencia. Así , la inolvidable Miriam Dueñas -, Cartas del parque (Tomás G. Alea), Hello, Hemingway (Fernando Pérez), Vinci (Eduardo del Llano) o la coproducción cubano-española Isla negra (Cecilia Bartolomé)- plasmó en originales modelos las características de estratos y clases, costumbres y modas de esos años en que se desarrollan los diversos relatos cinematográficos.

Otro tanto ha hecho Diana Fernández -también creativa diseñadora- vistiendo a Ursula Lambert y Cornelio , los protagonistas de Roble de olor con bosquejos que describen  esa faceta en ambos personajes : la aristocracia azucarera procedente de Haití  en el caso de ella, un comerciante alemán (él ), ambos asentados en el mundo rural cubano a principios del siglo XIX.

Y qué decir de esa cátedra andante que es María Elena Molinet, autora de verdaderos filigranas , de ensayos como  para no solo deleitarse sino estudiar el vestuario en determinados contextos , donde se unen precisión y elegancia ( filmes como Lucía, El Señor Presidente, Los días del agua y tantos otros )

Claro que, como decía en los inicios,  no podía quedar fuera de este recorrido una de las glorias del diseño, la ilustración (incluso, en más de un caso podría hablarse con propiedad de “pintura” ) que significa el affiche cinematográfico ; la selección, realizada por la experta Sara Vega, no solo ha privilegiado la “edad dorada” (los 60, como se sabe) sino años ulteriores, incluso recientes que además de ofrecer un panorama más completo , nos acercan a originales poéticas dentro de estos rubros: del pop-art y el minimalismo, hasta las incursiones de nuestros artistas en importantes vanguardias del siglo XX – De Stijl, constructivismo, expresionismo… - quienes sin embargo aportaron a sus creaciones sellos personales y distintivos, incorporando además  técnicas de la publicidad y el propio cine.

Hablando de este en específico -aunque no hemos dejado de hacerlo desde el principio- hay aquí imágenes de filmes que un proyector irá alternando en una de las salas de esta galería, así como otros diseños en este caso digitales, representando las imprescindibles “nuevas tecnologías”, en las que descuella la autoría de Juan Carlos Tavío ( así con v, nada que ver con su tocayo el realizador).

De modo que el llamado “séptimo arte” cubano,  en su totalidad, pero esencialmente diseccionado en significativas partes relacionadas con otras artes; algunos de sus importantes rubros constitutivos, esos subconjuntos que aislados constituyen en muchos casos, como tantos aquí reunidos, verdaderas piezas maestras, les esperan cuando avancen en estos salones donde se resume en rigurosa curadoría de Nieves Laferté y Lisette Hernández, más de un siglo de cine cubano contado desde otras de las artes que lo integran.