Ojos que se miran a sí mismos

Ojos que se miran a sí mismos

Vie, 04/06/2018

En medio del ajetreo de la 17 Muestra Joven ICAIC intento “secuestrar” para una breve entrevista a Alán González, guionista, fotógrafo y director que por primera vez funge como jurado del evento. “Ahora no puedo porque estoy trabajando, pero si me envías las preguntas por correo hoy mismo te contesto”. A la medianoche fue que este realizador pudo sentarse a responder mi cuestionario. Aquí nuestro “diálogo”.

¿Por qué no concursas este año?

Lo que filmé del 2017 hasta la fecha está en proceso aún o en posproducción, o se presenta fuera de competencia en esta Muestra.

¿Podrías dar un panorama de las obras de ficción y documentales que concursan este año?

Dentro de las obras en concurso hay muchas diferencias en cuanto a las temáticas, los posicionamientos, los personajes representados y el abordaje estético y narrativo. Podemos encontrar el documental autorreflexivo, el de reportaje, la ficción en farsa o el híbrido; todo esto filmado en La Habana, pero también en Pinar del Río, Artemisa, Holguín o Santiago de Cuba; en películas de largo, corto y mediometraje, filmadas con niños o ancianos, en tierra firme o debajo del agua. Se ven representadas desde diferentes enfoques, con mayor o menor madurez, pero siempre con gran esfuerzo; las historias familiares y personales de los realizadores, el cuestionamiento a los problemas sociales desde los personajes que los sufren, los avatares de los procesos autorales, las aspiraciones, nuevos paradigmas y problemáticas de muchos jóvenes, y las complejidades universales de las historias de amor.

En cuanto a los puntos en común, sin generalizar, puede encontrarse que una buena parte de estas obras implica lecturas pesimistas, otro conjunto revela un alto nivel técnico y narrativo que demuestra la importancia de la sistematicidad del quehacer artístico para lograr una obra más acabada, otro evidencia la atendible incursión en la dirección de jóvenes actores, y otro la salud de la formación en cine que ofrece la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Ciertamente, la competencia de documental exhibe las películas más sugerentes, pero hay que destacar que las ficciones, aunque menos logradas, presentan un espectro muy variado e insinúan la calidad actoral de varios jóvenes.

Desde hace algunos años a la fecha el concurso de animación es el menos fuerte, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, según algunas opiniones. ¿Sabes cuál puede ser el o los motivos?

Los realizadores de animación deben tener una mejor respuesta para esta pregunta, pero no estoy seguro de que la competencia de animación sea menos fuerte cualitativamente. Es cierto que mayor cantidad genera una competencia y una coexistencia que normalmente implica la superación, así que la cantidad y la calidad pueden guardar cierta relación causal. Sin embargo, aunque a alguien pueda parecerle que las obras de animación han tenido menos calidad, también tiene este apartado exponentes memorables. En todo caso, el abismo de diferencia cuantitativa, y quizás, la cualitativa, entre esta categoría y las otras, cuando realmente ocurre, podría tener que ver con las diferencias de los procesos, que suelen ser más largos, que casi no se estudian en las escuelas de cine, y que requieren de habilidades en artes plásticas que no tiene la mayoría de los jóvenes cineastas en activo.

A partir de las obras en concurso, ¿te arriesgas a hacerle un diagnóstico al cine joven cubano?

Es difícil hacer un diagnóstico cuando se es parte del cuerpo que se mira, en este caso, el cine joven cubano. Pero si dos ojos pueden diagnosticarse a sí mismos, cosa totalmente común, entonces puedo decir que el cine joven cubano está hecho por un variado conjunto de realizadores de mucha pujanza, que a ese conjunto que somos nos falta trabajo en la fase de desarrollo, mucho trabajo de guion y producción, que debemos cuidar más el acabado artístico y no escudarnos en las dificultades económicas; también, estudiar y filmar más, para potenciar y modular nuestra voz con el dominio del lenguaje audiovisual. También creo que debemos buscar más opciones para obtener financiamiento, porque tenemos muy pocas, y sobre todo trabajar más en la visibilización de nuestras obras.

¿Cómo caracterizarías a la Muestra Joven en estos momentos? ¿Qué le falta? ¿Qué le sobra? ¿Qué necesita?

La muestra sigue siendo el evento de cine joven más importante de Cuba. Entre otros muchos valores, tiene el de potenciar el intercambio creativo o analítico entre los realizadores más activos, el de incubar y posibilitar el apoyo a los futuros proyectos, el de exhibir ante el público las obras de los realizadores audiovisuales emergentes, muchas de las cuales se ven solamente durante el evento, una vez al año. ¿Qué le falta? Mayor presencia en la televisión, en la prensa y en las salas de exhibición cinematográfica de todo el país. ¿Qué le sobra? No lo sé. ¿Qué necesita? Todo el apoyo que pueda recibir, y más y mejores películas, sobre todo mejores películas.