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Seis días con lo mejor del cine peruano
La Semana de Cine de Perú ocupará las salas 1 y 3 del Multicine Infanta del 29 de octubre al 3 de noviembre. Bajo la organización de la Embajada del Perú en Cuba y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, este evento es también un homenaje a los 500 años de La Habana.
La inauguración estará a cargo del largometraje El mudo, de Daniel y Diego Vega, cinta del 2013 que ha obtenido premios en importantes festivales de cine como el de Cartagena y La Habana. Esta coproducción entre Perú, Francia y México está clasificada como un thriller en el que su protagonista, Constantino Zegarrra, un juez satisfecho de sus logros en el Palacio de Justicia de Lima, ve su vida distorsionada cuando una serie de acontecimientos lo llevan a pensar que existe un complot para eliminarlo.
Además de esta propuesta, durante esos días se podrá disfrutar de otros cinco largometrajes de ficción y dos documentales. Los títulos de los primeros son Chicama (Omar Forero, 2012), Climas (Enrica Pérez, 2014); El acuarelista (Daniel Rodríguez Risco, 2008); Una sombra al frente (Augusto Tamayo San Román, 2007) y Viejos amigos (Dir. Fernando Villarán, 2014).
Chicama es la historia de un profesor que sueña con vivir en la costa. Sin embargo la falta de plazas en ese lugar lo llevan a desarrollar su carrera en un bucólico pueblo andino, donde sin percatarse se va enamorando de todo lo que le rodea, sus alumnos y su colega. En Climas, una coproducción peruano-colombiana, tres mujeres de distintas edades y orígenes que viven en diversas regiones del Perú se vuelven protagonistas de historias diferentes condicionadas por la geografía, la posición social y el clima de un mismo país fragmentado.
El acuarelista revela la historia de T, un oficinista que desea pintar una acuarela. A la realización de su gran sueño se oponen sus vecinos quienes, incluso, le ofrecen mejores ideas de cómo debe utilizar su tiempo. Con Una sombra al frente se viaja a través del tiempo, pues el filme se sitúa en el Perú de principios del siglo XX, con Enrique Aet, un joven ingeniero empeñado en la construcción de vías de comunicación. Históricamente esta película se sitúa durante la República Peruana, recién salida de una destructora guerra a fines del siglo anterior.
Por último, dentro de las propuestas de largometraje aparece Viejos amigos, una comedia que narra las peripecias de tres octogenarios amigos que deciden, en un acto redentor y justiciero, robarse las cenizas de su compañero fallecido para llevarlo por su barrio El Callao. De esta manera recorren aquellos lugares que habían frecuentado en su vida, dejando en cada uno de ellos el recuerdo de su amigo.
Por su parte, los documentales que se incluyen dentro de la muestra son De ollas y sueños (Ernesto Cabellos, 2009) y Sigo siendo (Javier Concuera, 2013). En el primer caso se aborda la cultura culinaria de Perú, tan amplia y variada como regiones y manifestaciones culturales identifican el país. Su director recorre desde los lugares más intrincados de la geografía peruana, hasta las comunidades establecidas en países extranjeros como París, Londres, Ámsterdam y Nueva York.
En el caso de Sigo siendo, la música se vuelve la protagonista de una historia durante el recorrido por tres grandes regiones peruanas: Ayacucho (la zona Andina), la Amazonía (la selva) y la Costa (Lima, la ciudad). En todos estos lugares se continúa cantando en la lengua autóctona y se conserva una manera única de tocar la guitarra, el violín, el arpa, el cajón y de contar historias. Es calificado como uno de los mejores documentales del cine peruano.
Son estas las opciones que conforman la programación de la Semana de Cine de Perú, evento que propicia el acercamiento fílmico de nuestro público a una de las cinematografías más interesantes de la región.