Sueños con cubanísimo sello

Sueños con cubanísimo sello

Jue, 06/28/2018

Muchos han sido los sueños que han perseguido, y alcanzado, en su más de medio de siglo de existencia los Estudios de Animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Entre ellos, y como meta esencial, el de crear audiovisuales para la familia cubana que sean reflejo del talento de sus creadores y de nuestra identidad cultural.

Otro de los empeños que han mantenido estos inquietos artistas, al decir de su directora, Esther Hirzel Galarza, ha sido el de lograr que los muchos personajes de sus cortometrajes, series y videoclips puedan acompañar, estampados en objetos utilitarios, a las niñas y niños en sus escuelas y hogares, como así sucede con numerosos “muñequitos” foráneos, que quizá, en cambio, estén concebidos de manera más lejana a nuestras costumbres.

“En las tiendas cubanas existe una amplia presencia de productos con imágenes de personajes extranjeros, y nosotros pensamos que qué bueno que estén, pero también creemos que hay que luchar porque los nuestros se oferten de igual manera, y los niños tengan la opción de disfrutar de ambos”, comenta Hirzel.

En los últimos 15 años los Estudios han impulsado algunas iniciativas de conjunto con la industria nacional, y en específico con la marca Thaba, para hacer posible la confección y puesta en el mercado de mochilas y sombrillas con la imagen de animados cubanos, aunque con reducidas producciones y una distribución que se ha limitado fundamentalmente a la capital.

A esa experiencia se suman las publicaciones de pequeños libros de Jorge Oliver, junto a Ediciones ICAIC, y también un reducido número de juegos de mesa del Capitán Plin confeccionados por este creador con el apoyo del sello disquero y editora musical de ARTex, Bis Music. 

Asimismo, en el momento del estreno de Meñique, el primer largometraje cubano realizado en tres dimensiones —cuenta Hirzel—, el Ministerio de Cultura impulsó la utilización de la imagen de esta película para colocarla en diferentes productos. “En esa ocasión se convocaron a creadores del Fondo de Bienes Culturales, y en espacios como Arte en La Rampa, en La Habana, y en algunos cines, se vendieron productos artesanales como disfraces de Meñique, soportes para cuadros, y las tradicionales jarritas de cerámica.

“De igual manera sucedió en 2006 cuando se celebraba el aniversario 45 de la creación del personaje de Elpidio Valdés y se logró que en el mismo espacio de Arte en La Rampa se pusieran a disposición del público productos con la imagen de este y del resto de los personajes.

“Estas experiencias de alguna manera nos han motivado a continuar perseverando para lograr este sueño, y tratar de que su materialización tuviera una mayor calidad y una mayor producción, así como de que se distribuyeran también en otras provincias del país y con precios adecuados para el poder adquisitivo promedio en Cuba”, refiere Hirzel.

Alianzas

Fue en 2016 cuando los Estudios de Animación del ICAIC estrecharon lazos con la empresa china Guangdong con el propósito de abrir una línea de creación estable de este tipo de ofertas.

Desde esa fecha —asegura Hirzel— se ha estado trabajando en el diseño de numerosos productos, los cuales se conforman pensando en todos los detalles de la pieza, y siempre en constante consulta con el creador de los dibujos animados.

Bajo esos términos y con la participación “creativa” del proveedor asiático, se han confeccionado mochilas con la imagen de Elpidio Valdés, merenderos de Fernanda, vestuario para niñas y niños con la Gata Mini, el Equipo 009, el Capitán Plín; patinetas con los personajes de la serie Pubertad, memorias flash, bocinas, pegatinas, entre otros muchos artículos.

En julio del año pasado, en las páginas de este diario se anunció la decisión de la Cadena de Tiendas Caribe (antigua TRD) de comercializar estos productos. Y aunque esta empresa aún mantiene ese compromiso, ha sido la Cadena Caracol quien ha acogido este proyecto en sus espacios desde el segundo semestre de 2017, según lo informa a JR Estela Doyle Lorenzo, directora de mercadotecnia de Caracol.

La especialista asegura que estas ofertas están disponibles en sus más de 15 tiendas infantiles, ubicadas en todas las provincias del país.

Ante la interrogante de cuáles son las razones que motivaron a la empresa Caracol a enrolarse en este proyecto, Doyle Lorenzo responde: “Estas acciones las vemos como un proyecto sociocultural de conjunto con los Estudios de Animación, en el cual queremos divulgar los valores culturales que expresan los animados cubanos; además de constituir un producto que representa la Imagen Cuba y que también comercializamos en nuestras tiendas en los hoteles”.

(…)

Para seguir soñando

Aunque los integrantes de los Estudios se sienten muy emocionados con los primeros pasos en la concreción de este sueño y, como manifiesta Hirzel, ya han comenzado a llegar los agradecimientos de la familia, todavía quedan muchas posibilidades y retos que vencer para ofrecer un producto cultural con más incidencia en la vida social de los cubanos.

Como aseguran, en un futuro cercano se pretende poner a disposición del público artículos de fiestas de cumpleaños con la imagen de nuestros “muñequitos”, para también estar presentes en esas celebraciones en las cuales en su mayoría se emplean solamente imágenes de animados foráneos en disfraces, servilletas, platos, y demás accesorios, con los dibujos de Frozen, Dora la exploradora, Princesa Sofía, Spiderman, entre otros.

La creación de juguetes también ha sido un tema debatido por los Estudios de Animación en diversos espacios, entre ellos algunos cercanos a la Asamblea Nacional, en donde también existe esta preocupación. Y quizá dentro de unos años este propósito se pueda materializar con la ayuda de la empresa asiática, aunque este y el resto de nobles y necesarios empeños de los Estudios deberían contar con una mayor participación de la industria nacional y el acompañamiento de otras cadenas de tiendas para que crezca esa realidad en la que los muñes cubanos acompañen a las niñas y los niños en sus hogares y escuelas.

Tomado de: Juventud Rebelde.