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Un maestro en nuestro jardín
Las cenizas del cineasta cubano Tomás Piard, fallecido el pasado marzo, fueron depositadas este viernes en el jardín de la Muestra Joven ICAIC. En una pequeña ceremonia con familiares, cineastas, directivos del ICAIC y miembros de la Muestra, se esparcieron los restos de quien es considerado uno de los pioneros del cine independiente cubano.
Según comentarios a Cubacine de Juan Carlos Calahorra, miembro del comité organizador de la Muestra, las cenizas de este realizador descansarán en la sede del evento, ante todo, por su fuerte identificación con la figura de Piard y su obra.
“Sus deseos eran esparcir sus cenizas en la Cinemateca de Cuba. Pero ante la imposibilidad de un espacio apropiado para esto, le propusimos a su viuda, Yolanda Somohano, que nos otorgara el honor de hacerlo aquí. Pensamos en la perfecta concordancia que se establecería porque tenemos una sala en memoria a su hijo, Terence Piard”, explicó Calahorra.
“Nosotros como jóvenes realizadores lo consideramos un gran formador ―aseguró―. Seguimos sus pasos desde que dirigió Sigma, uno de los cineclubes más prestigiosos del país, hasta convertirse en el cineasta que dirigía como quería sin pensar en prejuicios y sobreponiéndose a muchas circunstancias. Creo que es el mismo cine que los jóvenes intentamos hacer”.
Según el también documentalista, “su presencia es como una especie de talismán a nuestro proyecto que a lo largo de los años ha tenido muchos obstáculos y, al mismo tiempo, es muestra de resistencia y renovación. Sentimos que hay un maestro en nuestro jardín, lo pensamos como una especie de semilla que está ahí en la puerta acompañando a su hijo en el corazón de la Muestra”.
Piard fue maestro de muchas generaciones de cineastas y actores. Su prolífera filmografía se encuentra influenciada por la estética surrealista, y es clasificada como cine de autor. Fue Licenciado en Historia del Arte, en Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual y Máster de Dirección y Realización de Televisión en la Escuela de Imagen y Sonido de Benposta, Galicia, España. Además, ostentó la Orden al Mérito Artístico, otorgada por el Ministerio de Cultura de la República de Cuba. Entre sus méritos resalta también su labor educativa, y desde la FAMCA, se convirtió en un referente para muchos jóvenes estudiantes.
Aunque Tomás Piard ya no está entre nosotros, sus enseñanzas, su pasión por el cine y su inmensa obra nos queda de legado. Sus cenizas descansan en las cercanías del ICAIC, para servir de guía y pervivir en los corazones de muchos realizadores y amantes del séptimo arte.