Iván Giroud, director del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Foto tomada del sitio del Festival

Uno pudiera aportar más por el cine joven cubano. Conversación con Iván Giroud

Vie, 06/07/2019

La primera acción de la XIX edición del Festival IMAGO ha sido un panel sobre los criterios de selección de los principales eventos cinematográficos en Cuba. Luego del encuentro, el presidente del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, Iván Giroud, nos comentó algunas opiniones acerca del audiovisual joven en Cuba y su participación como jurado en el Festival de Cannes.

¿Cómo ve usted el desarrollo de la realización audiovisual joven cubana hoy?

Lo que me preguntas sobre los realizadores jóvenes cubanos es un tema sobre el que debería estar más atento. A veces los eventos coinciden con trabajos que estoy haciendo, pero de las obras sí estoy muy pendiente. Lo que me falta es esa conexión que es importantísima entre la obra, los realizadores y el público. Veo las obras y por ahí puedo entender por dónde andan algunas cabezas, pero no las escucho. Acepté mucho venir a este encuentro aunque hubiera preferido que fuera más desde los jóvenes realizadores hacia nosotros y no al revés. Porque de verdad no sé las carencias que tienen de información, sus necesidades, porque uno puede con la poca experiencia que tiene aportar más.

El audiovisual cubano no está en el momento cumbre diríamos. Creo que no se están utilizando todos los mecanismos disponibles. Está la Muestra Joven ICAIC que hace un buen trabajo, está el propio IMAGO, están otros que se hacen en provincias, pero creo que eso no es suficiente. No sé en realidad qué falta, quizás una publicación mensual, quincenal, algo de manera que uno pueda enterarse de las inquietudes y el proceso de creación de los nuevos realizadores.

Algo que nos ayude a tener desde fuera una comprensión, porque está la obra, pero la reflexión teórica es muy importante, los debates, las preocupaciones, las angustias… Necesito en mi caso particular un feedback de qué es lo que está pasando, estoy desconectado. Por eso te digo: la obra no es suficiente, lo es porque es el resultado final de muchos esfuerzos, pero para un trabajo como el que hago, necesito estar más al tanto.

En su papel como jurado en múltiples festivales de cine en el mundo, ¿cuánto se aleja o se acerca la labor de los realizadores jóvenes en Cuba de y a cánones extranjeros?

En los trabajos más recientes que he visto de los últimos dos o tres años hay una calidad técnica artística competitiva, por tanto, logran entrar en algunos festivales importantes. En el Clermont Ferrand, festival de cortos más importante en el mundo, han competido obras cubanas. Se están haciendo iniciativas interesantes de cara a la conexión que se genera entre los jóvenes cineastas.

Hace falta más la ayuda institucional para otros concursos que se puedan abrir, porque creo que eso puede influir en que los trabajos tengan no solo ya un tema interesante y bien resuelto artísticamente, sino también una calidad técnica equivalente a lo que se produce hoy día en el mundo. Algunos trabajos lo han logrado.

¿Fue su primera experiencia como jurado en el Festival de Cannes?

Es la primera vez que participo en el Festival de Cannes como jurado y lo más interesante fue verlo desde una nueva perspectiva, una totalmente diferente de las ocasiones anteriores.

¿Cómo funciona el evento?

Cannes no es un solo festival, son tres festivales. Tiene la sección de la competencia, que incluye una sección de clásicos, y una que se llama Una Cierta Mirada y varios programas interesantes. Aparte tiene un programa que hace la asociación de críticos en la semana de la crítica y finalmente está la Quincena de los Realizadores, que la organiza la Asociación de Realizadores de Francia. Los tres espacios tienen líneas curatoriales que buscan objetivos y manejan conceptos distintos. Es como estar asistiendo a tres festivales diferentes. Fue una experiencia sumamente rica. Compleja, claro, porque no es como en Cuba, con un festival especializado en documentales y un comité que hace la selección en la curaduría. En el caso de Cannes el jurado se enfrenta a tres selecciones de tres festivales con líneas de tratamiento audiovisual diferentes.

Además, Cannes no es un Festival de documentales. Hace unos pocos años se le abrieron ciertas zonas a esta rama del audiovisual y buscan un tema muy marcado, una estrategia de posicionarse. Por otro lado, fue muy interesante compartir con gente brillante, con grandes documentalistas, oír cuán libres son, cuán poco prejuiciados resultan a la hora de evaluar las piezas. Y a pesar de que todos tienen su sello, su personalidad, podían estar horas defendiendo una obra que se aleja de lo que ellos hubieran hecho, pero que les resultaba digna de ser ganadora.

Te sientes con una gran responsabilidad porque estás en el mega festival, donde está toda la atención, la prensa, los medios, todo enfocado a la competencia que es por demás muy abarcadora. Coexiste una película de Tarantino con un documental, es una experiencia muy rica en ese sentido.

Esa visión equivocada que dan los medios de que Cannes es solo alfombra roja y frivolidad no es cierta, lo es en la medida en que lo exige un modelo al cual no se puede renunciar porque es cine comercial, pero por otro lado se convive con una excelencia en la programación y la selección, que es de gran calidad en todas las secciones. Es un festival que no incluye cualquier cosa en su programa, lo que es muy importante para el desarrollo del cine mundial.