“¡Vamos al Cine!: El Festival de Verano que Conquistó este 2024”

Este año, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) celebró con gran entusiasmo el octavo Festival de Cine de Verano, consolidándose como una cita ineludible para los amantes del séptimo arte. Durante los meses de julio y agosto, las salas de cine de todo el país se llenaron, ofreciendo una programación variada y de alta calidad.

El festival arrancó con una ceremonia inaugural emotiva, destacada por la presencia de figuras prominentes del cine cubano. En esta ocasión, se rindió homenaje a los 65 años de la fundación del ICAIC, una institución que ha sido un pilar fundamental en la promoción y desarrollo del cine en la isla. Con el lema “¡Vamos al cine!”, el festival buscó promover una recreación sana y accesible para todos los públicos.

A lo largo de las semanas, se proyectaron más de 200 filmes, tanto de producción nacional como internacional, distribuidos en más de 20 ciclos temáticos y más de 35 reposiciones de cine cubano para un total de más de 40 mil asistentes solo para la cinematografía nacional. Cada una de estas películas aportó una visión única y enriquecedora, capturando la atención y el aplauso del público.

El festival no se limitó solo a las proyecciones. Todos los miércoles se realizaron premieres, mientras que los jueves estuvieron dedicados a los estrenos, alcanzando la cifra de más de 10 filmes cubanos a nivel nacional. Además, se organizaron programas especiales para niños, asegurando que los más pequeños también pudieran disfrutar de la magia del cine. En un gesto innovador, se transmitieron los Juegos Olímpicos de París 2024 en las salas de cine, combinando así el deporte y el arte en un mismo espacio.

La respuesta del público fue sin dudas abrumadora. Más de 400 mil personas asistieron a las diferentes actividades del festival, demostrando una vez más la pasión del pueblo cubano por el cine y el gran impacto del alcance de la programación de verano diseñada por el ICAIC. Las salas se llenaron de risas, lágrimas y aplausos, reflejando el impacto profundo y positivo del festival en la comunidad.