Viaje a un país que no existe

Leontina, el más reciente filme del realizador Rudy Mora, estará en las salas de los cines Yara, Chaplin e Infanta (sala 1) del 23 al 29 de junio. En búsqueda de realidades no tan contemporáneas y de visualidades experimentales, Mora llega con su segundo largo, el cual tiene puntos de contacto con su ópera prima.

“Esta película iba a ser primero que Y, sin embargo (2013), pero se dilató por cuestiones de producción—explicó el realizador en conferencia de prensa—. Son dos películas de niños con ciertos puntos de contacto. Intenté no hacer una continuidad. Evidentemente entre ambas hay un hilo conductor”.

El carismático personaje de Lapatún (Y, sin embargo) es convocado a un concurso de pintura en el que, con otro grupo de niños, emprenderá una búsqueda más allá del color azul.

“Me interesa acercarme a determinados temas de la sociedad, no solamente cubana sino en sentido general. Me preocupan los conflictos de las personas, su esencia. Pero también busco una visualidad que no esté exactamente vinculada con la contemporaneidad, quizás para apartarla un poco de la parte testimonial. Este es el mundo que intentamos crear en Leontina”, adelanta Mora.

Entre las principales actuaciones del filme destacan las de Blanca Rosa Blanco, Fernando Echavarría, Hilario Peña y Michel Labarta.

“Intentamos mantener un tono muy cercano a la atmósfera que queríamos en la película y eso no daba mucho lugar a las improvisaciones. Los actores trabajaron a partir de la imaginación pero con un guion”, argumentó el director sobre el trabajo actoral.

Para Blanca Rosa Blanco, “cuando un actor parte de un personaje que no existe, que no tiene ninguna referencia que no sea lo que quiere el director, es difícil sobre todo por la parte de que debe ser totalmente inexpresivo pero sentido. Esta película se trataba de tener esa famosa contención de la que las personas siempre hablan. Y entonces, a través de pocos momentos y pocos diálogos, tratar de hacer exactamente lo que Rudy quería. Y que este proceso tuviera cierto orden lógico. A mí me resultó muy difícil entenderlo”.

En un escenario compuesto de paisajes naturales y creaciones desde los efectos visuales, la fotografía fue uno de los pilares por los que apostó el equipo de realización. En ese sentido, Ernesto Calzado, director de fotografía del largometraje, indica que “Rudy se propuso una película que tuviera una imagen bien diferente, no realista, y eso lo formulamos en el rodaje con el desplazamiento de cámara, el trabajo de fondo, fue algo que estuvo desde el trabajo de mesa”.

Además de esta visualidad poco tradicional, el equipo asistente confirmó ver el producto totalmente finalizado cuando escucharon el diseño de la banda sonora, dicho trabajo estuvo a cargo de Osmani Olivares, además de la composición musical que recayó en Juan Carlos Rivero.

Sobre el trabajo conjunto Olivares explica: “siempre hablamos de crear atmósferas. Pocas veces me encuentro la posibilidad de trabajar con los músicos. No es común tener una comunicación desde el punto de vista narrativo y no que todo esté por su lado. Rudy siempre quiso crear sensaciones en base a sonidos que no existen. Creo que eso logró que no se distinguiera qué cosa es el sonido y qué cosa es la música, sobre todo porque los sonidos muchas veces están haciendo de música”.

Mora no desea que califiquen Leontina como una película “rara” solo porque no es usual dentro de la ficción nacional abordar algunas temáticas sin realismo.

“Quiero que los niños vayan al cine acompañados de los padres. Creo que no todo es para todo el mundo y eso es quizás lo más complicado de la película. Cuando trabajas para un público muy marcado eso te limita y en esta película creo que hay muchos ingredientes, para un público medio pero también para otros públicos”.

(23-29/ 06/ 2016)