Silvio Rodríguez Domínguez
De niño hizo algunos estudios musicales, los que posteriormente amplió, pero no de modo formal. Es básicamente un autodidacta.
Fue dibujante entre 1961 y 1962 en la revista Mella, donde Lázaro Fundora tenía una guitarra en la que aprendió los primeros acordes. Comenzó estudios de piano, que abandonó por ser llamado al Servicio Militar en 1962, y posteriormente compró una guitarra e hizo sus primeras canciones. El 1ro de julio de 1967 fue su primera presentación pública en un recital conjunto, realizado en el Teatro de Bellas Artes de La Habana, con Teresita Fernández y los poetas de la revista El Caimán barbudo Wichy Nogueras, Guillermo Rodríguez Rivera y otros.
Participó en un importante evento de Canción Protesta, auspiciado por Casa de las Américas en ese mismo año, con presencia de cantautores sudamericanos, para el cual Alfredo Rostgard hizo su magnífico cartel de la flor con la espina ensangrentada. El 13 de junio de 1967, debutó en televisión en un popular programa, Música y Estrellas, y tres meses después fundó el dominical de TV, Mientras tanto (título de una de sus canciones), donde se dio a conocer a un público mayor. En 1970, ingresó junto a otros trovadores y músicos al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, que fue una escuela para ellos, pues tuvieron la guía de Leo Brouwer, Juan Elósegui, Federico Smith y otros maestros. Hicieron históricas grabaciones, como Cuba Va, de creación colectiva con Pablo Milanés y Noel Nicola, La nueva escuela, y otros temas para filmes. En diciembre de 1972, estuvo presente en Manzanillo, cuando se constituyó el Movimiento de la Nueva Trova, vigente como organización hasta mediados de los 80. A partir de esa década, comenzó un despegue nacional e internacional que lo llevó a innumerables giras por todo el mundo, y a ser una de las figuras más sólidas de la música popular cubana en toda su historia.
La extensa producción musical de Silvio Rodríguez ha sido recogida en numerosos discos, y se caracteriza por su riqueza e imaginación melódica y armónica, así como por la calidad de sus textos.
Ha trabajado básicamente como trovador, y también con grupos, como el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, Grupo Afrocuba, Irakere, y en grabaciones y presentaciones ocasionales con Van Van y Adalberto Álvarez.