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La Virgen de la Caridad
Argumento basado en la novela homónina de Enrique Agüero Hidalgo y adaptado por Ramón Peón. Yeyo vive con su abuela Ritica Betancourt en la finca La Bijirita. La anciana se entristece al recordar a su hijo, que murió en la Guerra de Independencia de forma heroica. Para alegrarla, Yeyo la lleva a una fiesta, a donde quiere asistir para verse con Trina, su amor secreto. La joven llega acompañada de su padre (Don Pedro del Valle, el cacique del lugar), quien piensa que yeyo no es digno de su hija. Tiempo después, durante las fiestas de la Patrona de Cuba en el pueblo, reaparece Guillermo Fernández, hijo de un poderoso terrateniente ganadero, que se había ausentado desde la guerra independentista. Lo reconoce Matías, un ser malvado que odia a Yeyo. Fernández se interesa por Trina, sobre todo al saberla hija del jefe local. Con Matías, Fernández maquina la forma de despojar de la finca La Bijirita a sus legítimos dueños. Aprovecha las buenas relaciones que ha logrado establecer con Don Pedro y le pide la mano de su hija. Este accede y rápidamente, acuerdan el día de la boda. La joven envía un mensaje a Yeyo, donde le cuenta todo y le propone la fuga. Yeyo, algo confundido, consulta a su abuela. Ella, después de censurarlo, le aconseja que implore a la Virgen de la Caridad para que lo "ilumine". Mientras Yeyo está orando ante la imagen religiosa, Nicomedes —el dueño de la casa en que se han refugiado luego de ser desalojados— se dispone a colocar un cuadro en el lado opuesto de la pared donde está colgada aquella. Cuando lo hace, la imagen de la Virgen cae y se deshace en pedazos. En el interior del cuadro, Yeyo descubre la propiedad de la finca, que había sido escondida allí por su abuelo. Rápidamente, el joven cabalga hacia el pueblo para detener la boda y pedir que se haga justicia. Con su llegada, logra salvar a tiempo no solo la finca, sino también a su amada, ya que Trina estaba a punto de ser obligada a casarse con el malvado Fernández. Una vez desenmascarado el villano, Yeyo es aceptado finalmente por Don Pedro como esposo de su hija.