NOTICIA
Caliente, caliente… sin explotar
María deja plantado a su novio el día de la boda, conoce a Amparo, con quien establece una amistad muy pronto, y comienza a trabajar en el aeropuerto de Barajas (Madrid, España). Allí conoce a Pablo, cuya maleta la lleva a los estudios de TVE, donde empieza a “figurar” en el programa musical Las noches de Rosa. Pero no le será tan fácil labrarse un futuro como bailarina: su gran pasión. Esa es mi sinopsis de Explota explota (2020), comedia musical española estrenada en Arte 7 el domingo 30 de mayo.
Nominado a varios premios Goyas —mejor actriz de reparto (Verónica Echegui), mejor diseño de vestuario (Cristina Rodríguez) y mejor maquillaje y peluquería (Milú Cabrer y Benjamín Pérez)—, el filme en cuestión fue dirigido por el uruguayo Nacho Álvarez, quien se apoya en decenas de canciones popularizadas en los años setenta por la italiana Raffaella Carrà.
Aunque lo anterior se percibe desde su título: Explota explota, no se trata de una película protagonizada por la Carrà, sino de un largometraje que busca recrear la atmósfera imperante en la sociedad española de otra época y el impacto de los shows televisivos de La Reina, como apodan en su Italia natal a Raffaella, pues esta es considerada todo un monumento cultural. No por gusto aparece en un brevísimo cameo al final del filme.
Su director vota contra la censura moralista e hipócrita y lo hace con una estética bonita y buen humor. Además, se vale deluso agresivo de colores contrastantes a la manera de Almodóvar y de temas musicales al estilo de Mamma Mia! y otras grandes producciones musicales. Así, por el camino, el realizador toca otros temas como el sexismo o la política, pero sin ninguna intención de profundizar en los mismos.
A Explota explota se le ha criticado la falta de habilidad de algunos miembros de su elenco a la hora de cantar y bailar, así como la inconexión, muchas veces, entre el argumento y las canciones o coreografías que se muestran durante el metraje escrito por Eduardo Navarro, David Esteban Cubero y el propio Álvarez.
Sin embargo, todo ello se le perdona,ya que no pretende ser un gran largometraje, más bien intenta refrescarnos en medio de tiempos tan complejos para casi todos, desconectarnos un poco de la rutina. Para esto, la carencia de verosimilitud y el carácter evasivo del género musical ayuda muchísimo.
En tal sentido, las actuaciones de esta película contribuyen de forma favorable. Por ejemplo, el rol protagónico asumido por la joven actriz Ingrid García Jonsson, quien está bastante convincente retratando ese equilibrio entre ingenuidad y ganas de comerse el mundo de María; la experimentada Natalia Millán se luce como Rosa, y a la cual hemos visto en series tan conocidas como Un paso adelante; y un divertido Pedro Casablanc, que sabe cómo jugar con la tendencia al exceso inherente de su personaje, pero sin pasarse.
Eso sí, la gran alegría que nos da Explota explota es ver a Verónica Echegui sacarle jugo a más no poder al personaje de mejor amiga de la protagonista. Ya se nota la chispa desde su primera aparición y luego destaca para bien siempre que las cámaras le prestan atención. Ni siquiera el hecho de que, en ocasiones, su importancia parezca reducida a ser una herramienta para abordar otros temas o amarrar algún cabo suelto impide que la actriz brille con luz propia en este simpático y melancólico filme que ambienta un pasado con luces y sombras.