NOTICIA
De una desdicha y su comprensión
Cuando en Fragmentos de una mujer (Kornél Mundruczó, 2020) Martha (Vanessa Kirby) y su esposo Sean (Shia Labeouf) deciden tener a su hija en casa con la mediación de una partera, parecieran rechazar —y de hecho lo rechazan— el sistema médico de atención controlado en los hospitales.
Tal decisión representa una actitud dual que principia en la ética y comprende lo político social. Volver sobre el método tradicional, sin una asistencia “más especializada” y los requerimientos de un hospital introduce el carácter de Martha, quien es una mujer decidida, triunfadora en su profesión y, a lo sumo, respetada por la hermana y la madre.
Fragmentos… no es el drama habitual de una decepción porque ni siquiera lo que motiva el conflicto es el desencanto de algún personaje. Ni siquiera de su protagonista. Se trata más bien de la asimilación de una tragedia inesperada y de un período de comprensión de los sucesos, sobre todo, por parte de Martha. No hay resarcimiento por lo que acontecerá pero, al menos, se aspira a ser justo con uno mismo para luego serlo con los demás. Aunque el mundo de Martha se derrumba, pronto comprende que no todos los problemas giran en torno a ella. Se derrumba su mundo (profesión, proyecto de vida familiar, relaciones con su madre…).
El director húngaro Mundruczó (AFTA - Day After Day, Pleasant Days, Little Apocrypha N°1, Joan of Arc on the Nightbus…) se apoya en la guionista Kata Wéber para relatar la interrupción de un proyecto de vida, donde Sean y Martha tendrán que ponerse a prueba como marido y mujer y como padres en potencia. El arribo de la tragedia tendrá que mostrarse y sugerirse poco a poco, emulando si se atiende bien, al trabajoso y lento parto de Martha en su propia casa.
Sin embargo, contrario a lo que se pudiera pensar, la película de Mundruczó intenta y logra ser mucho más que un relato sobre la maternidad o el fracaso momentáneo de serlo. De lo que se trata, según lo que el guion y las propias imágenes revelan, es llevar a la par una superación de lo sucedido y el peritaje sobre si lo que sucedió amerita prolongarse por cuenta de las presiones familiares y el dolor personal. Para los demás, todo se une e inicia, de hecho, por la tragedia. Pero Martha descubre que su dolor se puede separar incluso de lo que piensa su familia y también su esposo. La califican de fría y solitaria; en honor a la verdad cambia para tomar una decisión justa y piadosa.
Pudiéramos admitir que Shia Labeouf no ha podido estar mejor. Pero es Vanessa Kirby la que con contención y palabras precisas, con miradas y mucha introversión que luego tendrá que echar afuera, brinda una lección de actuación inolvidable sin una pizca de descuido. Resulta llamativo cómo Fragmentos de una mujer fluctúa entre el drama doméstico y la revelación de una intimidad y, continúe siendo, un intenso relato sobre la reparación de una persona.