NOTICIA
Fragmentos de una mujer
La historia de una maternidad, y lo que sucede con el matrimonio luego del día esperado, conforman el núcleo argumental de Fragmentos de una mujer, una de las películas más duras y polémicas de este último año.
Dirigida por el húngaro Kornél Mundruczó, que contó en la producción con Martin Scorsese, el filme que exhibirá este viernes el espacio La séptima puerta, le reportó el premio de actuación femenina, en Venecia 2020, a Vanessa Kirby, triunfadora también en otros certámenes.
Los mismos productores no esconden, en su promoción, que la historia se refiere a "las profundas consecuencias emocionales que debe enfrentar una mujer primeriza, tras perder a su hija en el parto", una secuencia de paritorio de 24 minutos que será antológica, y máxime si se tiene en cuenta que la actriz protagónica no tiene hijos.
La Kirby encarna a Martha, proveniente de una familia de clase media alta de Boston, matrimoniada con Sean (Shia LaBeouf), un obrero que no es bien recibido por la madre de ella, dispuesta a hacerlo sentir inferior. Ambos han decidido esperar el nacimiento de su hija recurriendo a una partera que debe asistir a la mujer en su propio hogar, tendencia en los últimos tiempos que propugna un retorno a formas originarias del alumbramiento, buscando naturalidad y sin el apoyo de elementos invasivos.
Fragmentos de una mujer es un drama intenso, no recomendable precisamente para mujeres en estado de gestación, el que algunos han alabado, quizá excesivamente, y otros le restan méritos diciendo que, luego de esos 24 minutos espectaculares, la trama se extravía un poco al referirse a las conductas y relaciones entre los personajes involucrados en el conflicto: el matrimonio, la partera —que ha llegado a última hora en reemplazo de la que debió haber sido— y, en especial, la madre de Martha, que todo lo quiere dominar, una sólida actuación de la veterana Ellen Burstyn. Dos valoraciones desiguales, ninguna de las cuales pudieran suscribirse a rajatabla, por cuanto los propósitos del director no son ofrecer una historia con todos sus conflictos resueltos, lo que no quita para convenir que, por momentos, el filme se ampara en algunos convencionalismos dramáticos.
Fragmentos…, no obstante, es una película valiente y con un tema difícil, la pérdida del hijo que no se puede llegar a abrazar y la búsqueda de posibles responsables. La primera en sentirse culpable, de una manera enfermiza —y ahí radica parte de la fuerza del filme—, es la mujer, con los reproches que injustamente se adjudica ante su familia y amigos por haber "fallado" entre muchas otras que traen sus hijos al mundo sin ningún inconveniente. Se sucederán, entonces, variaciones emocionales de una frustración femenina, que a muchos sorprenderán.
(Tomado de Granma)