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“Mambo Man se parece un poco a Cuba”
Los artistas no trabajan por premios, pero cuando una de sus obras recibe muchos en tan poco tiempo significa que hicieron algo bien. Este es el caso del compositor y realizador audiovisual Edesio Alejandro, quien sigue cosechando éxitos con su más reciente película, Mambo Man.
El conocido cantautor lleva años aportando sus creaciones musicales a numerosos filmes cubanos, entre los que podemos mencionar Clandestinos, Hello, Hemingway, Madagascar, Caravana, Adorables mentiras, La vida es silbar, Suite Habana, Madrigal, Hacerse el sueco, Nada y Bailando chachachá.
También ha orquestado más de 40 obras teatrales y una docena de dramatizados para la televisión. Todo esto reafirma una irrefutable verdad: Edesio sigue listo y a toda máquina. Sobre Mambo Man conversó Cubacine con el músico y realizador.
¿Cómo surgió la idea de realizar su primer largometraje de ficción?
En realidad Mambo Man es el tercer largo que empiezo aunque, públicamente, es el primero que termino, pues tuve todas las condiciones para hacerlo.
El proyecto llegó a mí de las manos del británico-iraní Mo Fini, un viejo amigo y productor discográfico de grandes estrellas de nuestra música, entre las que puedo mencionar a Cándido Fabré, Afro Cuban All Stars, Yusa, David Álvarez, María Ochoa y Julio Montoro.
Fini había escrito, junto al guionista británico Paul Morris, una historia que le había sucedido a un amigo suyo cubano y me propone dirigirla con él. Pero, y como única condición para trabajar ambos, me pide utilizar la música de su sello disquero.
Me leí el guion y me pareció interesante la visión como extranjero, de Morris, acerca de lo que el mundo quiere ver de Cuba. Además, me resultó totalmente factible, así que acepté codirigir la película junto a Fini.
Luego, hice una versión del guion en español y empezamos con la preparación de lo que sería el rodaje. Fuimos a Bayamo el productor, Julio César Llamos, y yo a efectuar un casting con actores y actrices locales. No obstante, el protagonista ya estaba decidido desde el primer momento: Héctor Noas, así como los roles que interpretaron mi esposa Idolka de Erbiti, David Pérez, Alejandro Palomino y el de Camila Chile.
Este último fue una decisión muy certera de mi asistente de dirección, Armando Linares, quien me dijo que conocía a una niña maravillosa. Entonces, la citamos, vino con su mamá y, en menos de media hora, estábamos jugando como si nos conociéramos de toda la vida. Sentí que podía trabajar con ella, que nos iría bien, así que ni busqué una segunda opción. La sonrisa y el ángel de Camila me cautivaron.
A su vez, llamé al maestro Ángel Alderete para hacer la fotografía del filme, pero este debía viajar al exterior para la corrección de colores de una película que había terminado. Él mismo me convidó a trabajar con su camarógrafo Luis Alberto, propuesta que acepté de inmediato y de la cual no me arrepiento, pues quedé muy satisfecho con su labor. Él es un profesional incansable y muy creativo, al igual que el resto del equipo con el cual salí a filmar.
Mambo Man fue producido por Tumi Music, compañía a la que quiero agradecer por la confianza depositada en mí. Doy las gracias, también, al diseñador de vestuario, Ismael de la Caridad, a los de sonido, catering, electricistas, ambientadores, a los del Departamento de Arte, a los grips, el gaffer, constructores, choferes, maquillistas, peluqueros, en fin, a todos los técnicos y artistas que me ayudaron a crear, juntos, esta obra audiovisual.
¿Por qué el mambo? ¿La música es protagonista del filme?
La música de la película no es la protagonista de la historia, pero constituye una parte esencial a la hora de narrar la misma. Basado en un relato real, Mambo Man retrata a JC, un productor local de música cubana, promotor, campesino y, ante todo, padre, quien debe hacer malabares para sostenerse económicamente y alcanzar el éxito en lo profesional.
Trabajé con importantes músicos como Cándido Fabré, María Ochoa y Arturo Jorge. La idea no era solo emplear su obra, sino que escribieran pequeñas escenas en las cuales intervinieran y, de esa forma, se insertaran en la trama.
Como expliqué anteriormente, desde el principio Mo Fini quería usar la música de su compañía, pero de manera incidental, así que le propuse ―en los casos que fuese posible― que los músicos se integraran a la historia principal. Y así hicimos.
Por ejemplo, existe una escena en la cual el protagonista JC le organiza un concierto a Fabré por sus 40 años de carrera (algo que fue real, pues se cumplían cuatro décadas de vida artística del Rey del Repentismo de la música bailable). Entonces es cuando Fabré le dice a JC que este último es un Mambo Man, debido a que este género musical está en todos lados y todos lo disfrutan. Dicho momento explica, directamente, el título del filme.
Cuénteme sobre el rodaje y la posproducción del filme.
El proceso de rodaje fue muy complicado, pues al ser una producción de bajo presupuesto tuvimos que trabajar, todos, mucho más. Nos ayudaron amigos de toda la vida y nuevos que hicimos durante la preparación de la película. Todos aportaron con mucho amor y bondad su arte y, muchas veces, recursos también.
Tuvimos el apoyo, además, del gobierno y el partido de las ciudades de Bayamo, Holguín y Santiago de Cuba. Muchas personas de allí nos tendieron su mano. De hecho, si no hubiera sido por ellas, habría sido imposible avanzar.
Filmamos sin parar durante cinco semanas. No descansamos ni un solo día. Las condiciones climatológicas fueron muy difíciles. Hubo días lluviosos o con muchísimo sol. Hubo jornadas en las que terminábamos tan cansados que nos parecía que no íbamos a poder rodar a la mañana siguiente. Pero era solo cansancio, al levantarnos al otro día, todo el staff estaba listo y a toda máquina.
Estoy muy contento con todo el equipo de Mambo Man, pues aunque pasamos muchas penurias, también nos divertimos bastante. Hicimos muy buenas migas y quisiera volver a trabajar con todos.
Desde la filmación estaba pensando en la posterior edición, inclusive hubo escenas en las que, por determinados problemas que surgieron al momento de rodar, tuvimos que cambiar lo que estaba previsto.
Mirando lo que habíamos grabado, me decía: esto lo solucionamos tomando el plano de tal manera, lo consultaba con Mo Fini y con Luisito (el fotógrafo) y transformábamos lo que teníamos. Por tales razones, algunas de las escenas filmadas fueron tomadas rápidamente, sin pensar demasiado. Nos arriesgamos con la seguridad de que, en mi mente, las imágenes estaban bien montadas. Tuve la grandísima suerte de que el equipo que me acompañaba creyera en mí, me apoyara y siguiera.
Por otra parte, en la posproducción, ese proceso en el que somos juez y parte y que me encanta porque nos obliga a prescindir de los planos que no suman nada nuevo, trabajé con mi team de siempre.
En el soundtrack tuve a Camilo Ferrera; como montadores, a Yaser Montano y Abel Turpin; en la mezcla, a Israel López; en lo relacionado con imagen, a Iván Barbería e Ile Oshún; y para la corrección de colores, casi al final del camino, entró Álex Medina para darle un toque mágico.
¿Cómo fue guiar a Héctor Noas y al resto de actores y actrices?
El trabajo con los actores y actrices resultó bastante fácil. Primero, escogimos a un excelente actor como protagonista (Héctor Noas), quien para mí es de nuestros mejores actores. Hay algo de él que me gusta mucho, y es que se pone la piel del personaje cada vez que lo interpreta. Además, es un hombre muy inteligente y colaborativo, capaz de ayudar a los de menos experiencia actoral.
Héctor ayudó muchísimo a mi esposa, Idolka de Erbiti, quien actuó por vez primera en esta película porque Fini la quería dentro del reparto. Él deseaba que ella hiciera el personaje de Dolores de la Caridad, aunque este estaba concebido para una mujer mayor. Y ella trabajó muy duro hasta conseguirlo, incluso, disminuyendo el tono de su voz.
Otros actores y actrices que nos hicieron ganar la batalla fueron Alejandro Palomino, Yudexi de la Torre, David Pérez, Dagoberto Gainza, Nancy Campos Neira y mi niña Camila.
Algo destacable es el hecho de que Fini quiso utilizar para algunos roles a personas comunes, a gente normal, sobre todo en el caso de los personajes que correspondían a campesinos.
¿Qué piensa sobre los muchos galardones internacionales que ha cosechado la película hasta la fecha?
Contamos, hasta ahora, con 18 premios en festivales cinematográficos a nivel internacional. Me siento muy feliz por eso, de verdad. Creo que los jurados que la han visto y la han premiado porque han reconocido en ella valores que queríamos transmitir. Se trata de un filme bonito, de principio a fin, sin malas palabras, sin sexo ni violencia, con buena música, hermosos paisajes, en resumen, una historia agradable para toda la familia. Pareciera, en ocasiones, un videoclip de larga duración.
En el Festival de Cine de Roma (Italia) dijeron acerca de nuestra cinta lo siguiente:
La historia de JC se mezcla y se difunde en las infinitas ramas de la historia, la música y el pueblo de Cuba. No es una excusa para contárselo a este país, sino un símbolo, que desea recoger el legado de una cultura maravillosa. Y Mambo Man logra comunicar sugerencias amplias y totales que parecen traernos hasta el olor de esa tierra.
Mo Fini y Edesio Alejandro, con inspiración, logran extraer belleza de la propia materia de esta nación. No hay una búsqueda estética, indiscreta, una fotografía espectacular o movimientos de cámara vertiginosos. Más bien está la mirada madura y consciente de dos autores que quieren representar a Cuba, y la historia del protagonista, con verdad y amor. Con esta conciencia, cada plano transmite un encanto superior al de una buena puesta en escena.
Esta película, realizada con pasión, penetra en el público al ritmo de la música y nos habla de un universo entero, pequeño y precioso, absorbiendo su belleza y miseria. Mambo Man se parece un poco a Cuba: hermosa, amable y melancólica.
¿Cuáles son sus expectativas respecto al estreno en nuestro país? ¿Espera que el público cubano la reciba con beneplácito?
Siento que le va a gustar a nuestra gente. Creo que los cinéfilos cubanos la van a recibir como mismo han recibido mi música. Siempre digo que soy un artista bendecido, pues he hecho lo que he sentido en cada momento y me han aplaudido por ello.
Me siento muy honrado y rezo porque esta vez, con Mambo Man, no sea distinto. Espero que muy pronto la tengamos en Cuba. Si resulta seleccionada podrá estrenarse en el venidero Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el cual se celebrará en diciembre de este año, si la pandemia nos lo permite.
No obstante, sea elegida o no para ese prestigioso evento, realizaremos una premier en La Habana y otra en Bayamo.
Pie de foto: Fotografía tomada del sitio web del filme (www.mambomanfilm.com)