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Paco Prats: “Para mí ser uno de los fundadores ha representado un gran privilegio”
En homenaje al aniversario 60 del ICAIC y a los 13 años de las producciones animadas El negrito cimarrón y las sirenas del Marqués; Kukuy. La semilla mágica; La clase de la conga; Suki, el perro salchicha; La fauna cubana: el gato, La rana y La pavita pechugona, Animados ICAIC quieren resaltar la importante obra de Paco Prats, fundador desde 1963, quien representa una huella inalienable con su historia, su vida y su obra marcadas en esta institución.
Usted es uno de los fundadores del ICAIC y de los Estudios de Animación. Ha protagonizado varias etapas trascendentales en la industria cinematográfica cubana, además de nutrirla con sus producciones… Coménteme cuánto ha enriquecido a su vida y obra formar parte de esta Institución y cuán satisfecho se siente.
Para mí ser uno de los fundadores de Animados ICAIC ha representado, sobre todo, un gran privilegio. El haber colaborado artísticamente con aquellos pioneros que, sin dominar aún esta especialidad del séptimo arte, soñaron con transformarla, con emular con las corrientes esteticistas de la época que dominaba Walt Disney y acercarla a la política cultural que en los primeros años del triunfo de la Revolución cubana necesitaba nuestro país, tratando de hacer válido aquel “Por cuanto” que, en la primera ley cultural firmada por Fidel Castro, Armando Hart y Alfredo Guevara en 1959, resultó ser la síntesis de un ensayo sobre cultura y declaración de principios al mismo tiempo: “Por cuanto el cine es arte…”
Paco es graduado de Dibujo y Pintura en la Academia San Alejandro. El 20 de marzo de 1963 comenzó, marcado por un gran interés, a trabajar en los Estudios de Animación ICAIC.
“A la dirección de la escuela llegó una solicitud de Jesús de Armas pidiéndole el envío de un grupo de jóvenes que estuviesen interesados en trabajar en su departamento con el fin de ser contratados en diferentes plazas artísticas. A ese llamado nos presentamos diez o doce jóvenes de la escuela. Muy pronto, nos dimos cuenta de que los mismos “profesores” estaban aprendiendo a hacer dibujos animados y que no nos sería fácil conocer mucho de esa especialidad. Hasta pensé, al igual que la mayoría de nosotros, en renunciar y buscar otros horizontes de trabajo. Pero había una plaza vacante de Revisor de Calidad y Procesos, no era de carácter “artístico”, el que la ocupara no podría acceder “nunca” a una plaza artística, en ella no tendría futuro y yo fui el único que aspiró a ella”, recuerda.
¿Cuándo comienza a formar parte de la producción de los Estudios?
Al renunciar y emigrar del país la productora Elia González, se me nombra productor del departamento el 1.o de febrero de 1964. Allí trabajé al lado de Jesús de Armas, Eduardo Muñoz Bachs, Hernán Henríquez, Pepe Reyes, Santiago Álvarez, Julio García Espinosa, Tulio Raggi, Lucas de la Guardia, Pepín Rodríguez, Modesto García, Enrique González Nicanor, Harry Reade, Jorge Carruana, Gisela González, Luis Rogelio Nogueras, Raúl Pérez Ureta, Noel Lima y muchos otros… Esto me impulsó a superarme para estar a la altura cultural de esas personalidades. Lo anterior, representó algo muy grande que me hizo crecer.
A partir del 10 de mayo de 1968 Raúl Taladrid, director de la Empresa ICAIC, me designa como jefe del departamento, pues Jesús de Armas también había renunciado a su cargo. Entre 1970 y 1972 fui llamado a cumplir mi Servicio Militar Obligatorio y Mario Rivas fue mi sustituto en esa jefatura.
¿Le ha inspirado otra manifestación, además de la producción?
En algún momento me creí que podría ser director de películas de dibujos animados y hasta pude “dirigir” algunas notas animadas para el Noticiero ICAIC… de Santiago Álvarez, pero pronto me di cuenta de que no tenía las condiciones idóneas y decidí concentrarme en mi trabajo como productor.
Varios de los títulos de dibujos animados cubanos en los que ha colaborado como productor han sido reconocidos con disímiles premios internacionales y nacionales en diferentes festivales y eventos especializados. ¿Cuál fue su primera obra producida? ¿Cómo se sintió? ¿Alguna anécdota que quiera reflejar?
El primer largometraje que produje fue Elpidio Valdés contra dólar y cañón en 1983, y estoy de acuerdo con Abel Prieto cuando en algún momento dijo: “Considero que la cultura cubana tiene que agradecerle a Elpidio Valdés su capacidad descolonizadora al convertirse en un personaje alternativo al ámbito de Disney. Estoy seguro de que no hay muchos países que hayan podido sembrar en su imaginación colectiva un personaje nacional que consiga una aceptación tan masiva como la que ha logrado Elpidio durante tantos años”.
Desde que produje Una aventura de Elpidio Valdés y Elpidio Valdés contra el tren militar hice mío este personaje de Juan Padrón. Con perdón del resto de los directores con los que he trabajado, Elpidio es mi preferido.
Prats es miembro de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales de Cuba. Ha sido productor de más de 600 títulos de dibujos animados, entre los que se encuentran largometrajes, cortometrajes, notas animadas para la televisión cubana y mexicana. También ha sido el productor de diversos documentales nacionales e internacionales (para la BBC de Londres y la Televisión Española), cuatro de ellos de larga duración.
El negrito cimarrón y las sirenas del Marqués cumple aniversario junto a Kukuy. La semilla mágica; La clase de la conga; Suki, el perro salchicha; La fauna cubana: el gato; La pavita pechugona… ¿Cuál de estos le gratificó más producir? ¿Por qué?
El negrito cimarrón, que, desde El pozo del güije de 1975, demostró que Tulio Raggi fue uno de nuestros mejores diseñadores y uno de los más imaginativos. Su dominio en el diseño de líneas curvas, el empleo de colores contrastantes con sombras sugeridas y el barroquismo agradable de los elementos del entorno hacen de su obra un verdadero alarde de maestría artística. No obstante, cada película en que trabajé me ha producido una gran satisfacción, realmente ha sido una fiesta trabajar con todos y cada uno de ellos.
Está escribiendo un nuevo libro… ¿Me puede comentar al respecto?
El haber tenido el privilegio de ser testigo de convertir un “sueño en realidad”, me hizo asumir voluntariamente la responsabilidad de escribir su historia, considerando que los que amamos el cine de animación debemos “vivir para él” y no pretender “vivir de él”.
Creí necesario escribir ese relato pensando en las actuales y futuras generaciones que no vivieron aquellos difíciles años rodeados de crisis. Considero que puede ser útil como material de consultas para investigadores o los que quieran incursionar en la historia del dibujo animado cubano. Empleé muchas horas investigando, buscando datos, coleccionado artículos de periodistas, críticos de cine y de compañeros especialistas en fragmentos de libros, recortes de periódicos, revistas, en internet, atesorando recuerdos y tratando de que no se borraran de mi memoria hechos importantes de nuestra historia, teniendo en cuenta que he sido testigo viviente de la mayoría de ellos.
Pensé en esa enorme cantidad de artistas anónimos que han hecho posible que nuestro cine cubano de animación, empezando prácticamente de cero, haya logrado desarrollarse a niveles internacionales y que tenga ya una presencia indiscutible y un alto prestigio profesional. Nuestro trabajo descansa en un excelente equipo, no solo en los que aparecemos en los principales créditos de los filmes.
Reconozco que he sido un artista privilegiado al poder ser testigo de la vida, casi desde el principio, de los Estudios de Animación, y que pueda, en mi vejez, tener aún un poco de lucidez que me haya permitido escribir esta obra. ¡Ojalá que otros compañeros continúen actualizándola en lo adelante!
¿Cómo quisiera ver el futuro las nuevas producciones de los Estudios de Animación? ¿Qué les augura?
Estoy convencido de que el futuro del dibujo animado cubano está garantizado, que las nuevas generaciones de artistas que formarán parte del mismo continuarán manteniéndolo vivo y en pleno desarrollo.
Prats ha estado presente y ha sido protagonista de los momentos trascendentales de la historia de Animados ICAIC. Estuvo en los comienzos de las exitosas series animadas de Gugulandia, Capitán Tareco, El negrito cimarrón, Elpidio Valdés, Cecilín y Coti, Matojo, Filminutos, Quinoscopios, Para curiosos y otras. Fue productor de los primeros largometrajes animados realizados en Cuba, incluyendo los realizados con la nueva técnica digital.
Como productor de documentales colaboró con reconocidos artistas como Enrique Colina, Guillermo Centeno, Mayra Vilasís, Oscar Valdés, Rigoberto López, Rebeca Chávez, Iam Bruce (TV francesa e inglesa), Mike Dibb (BBC-TV Londres), Jana Bokova (BBC-TV Londres), Ángel Peláez (TV española) y muchos otros. Ha realizado argumentos, guiones y direcciones. Ha participado como jurado en festivales internacionales y nacionales. Ha impartido clases y conferencias sobre Animación.
(…) Recientemente obtuvo el Premio Nacional de Cine 2020 por sus aportes a la cinematografía animada cubana, premio que agradece infinitamente a los Estudios y a los que han reconocido su obra a lo largo de todos estos años. “Estoy muy feliz”, alegó en la actividad de nombramiento del premio el pasado 27 de febrero y que se hará oficial el próximo 24 de marzo, fecha en la que el ICAIC cumplirá 61 años de fundado.
Sin lugar a dudas, su amplia trayectoria revive una historia que alimentará a las nuevas generaciones, en la que la animación cubana seguirá abriendo brechas con futuras tecnologías y talentos.
(Tomado del sitio web oficial de Animados ICAIC)