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Sergio Giral: entre palenques y rancheadores*
Con una obra relevante dentro de la trayectoria fílmica cubana después de fundado el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), Sergio Giral es uno de los realizadores menos mencionados. Su nombre podría encarnar ese epíteto poético de El rostro del olvido. Sin embargo, en su filmografía se cuentan obras que retratan el sujeto negro desde su historia e importancia en la cultura cubana.
Preocupado por reflejar las particularidades de una historia nacional en la que la esclavitud, el abolicionismo, los palenques, los cimarrones, los rancheadores forman parte sustancial de esa construcción simbólica del tiempo y la memoria de una nación, Giral consideraba el periodo antes de 1868 como el más oscuro, pues primaban los intereses existentes –españoles colonizadores y cubanos colonizados—. Por esa razón se planteó volver a esa etapa e intentar captar las complejidades de una época, ahí están sus obras desafiando el tiempo y conservando en imágenes un testimonio elocuente de personajes pocos vistos en nuestra pantalla.
Para analizar las interferencias de la cultura africana es útil volver sobre la cinematografía del cineasta cubano, considerado el más relevante en el análisis o exposición de las problemáticas de la esclavitud en la historia y la cultura cubanas.
El hecho de que la isla haya sido una nación donde la esclavitud marcó su vida social, política, económica y cultural, debido a la colocación de miles de esclavos en nuestras tierras para el trabajo azucarero, hecho que marcó la relación entre dominantes y dominados.
Aunque pudiera trazarse una línea general sobre la perspectiva que este creador manejó, resulta útil enfatizar que no es posible englobar todas sus obras en un mismo patrón, pues en cada una de ellas se manifiestan intereses diversos y maneras distintas de asumir el discurso audiovisual.
Giral sostiene una preocupación temática en los temas referidos a la esclavitud, y el punto de partida es el documental Cimarrón (1967). A partir de Biografía de un cimarrón, novela-testimonio del autor cubano Miguel Barnet, arribaba a un tema y una preocupación que serían el centro de su obra fílmica.
El otro Francisco (1975) es la primera parte de lo que su autor nombró “trilogía de la esclavitud”, tres obras que narran desde diferentes perspectivas el tema del negro esclavo en la historia de la isla de Cuba. En cada una de ellas, Giral logró exponer las principales problemáticas del individuo esclavo, pero también de la historia, la cultura, la sociedad y el pensamiento de una época.
El filme se basa en la novela Francisco (escrita entre 1838 y 1839, pero publicada en 1880) del escritor Anselmo Suárez y Romero, y en su trama incluye el amor entre dos negros esclavos, Francisco y Dorotea, impedidos por su ama Doña Dolores Mendizábal de consumar ese amor. La obra literaria ha sido valorada, no tanto por el tratamiento a la trama, sino por la descripción de la vida en el ingenio, las costumbres, los cantos y rituales africanos.
Sobre el proceso de realización, Giral expresó: "En El otro Francisco, por un evidente propósito de dar la mayor cantidad posible de información sobre el tema (muy poco tratado en la cinematografía universal y nunca antes en la nuestra), empleamos un estilo ensayístico, de desmonte de la obra literaria en que está basada la película.
El análisis crítico y la profundización en datos y cifras restaban algo de la fluidez dramática que tiene la ficción como estilo puro. Muchas secuencias se filmaron con los recursos expresivos del cine documental para acercarla más a un hecho históricamente auténtico y que abarcara un panorama más general que lo que hubiera permitido una estructura y estilo convencional de ficción. Es decir, en la película hay una buena dosis de didactismo voluntario". (1977, p. 99)
En Rancheador (1977) Giral se interesa nuevamente por el tema y volvió a indagar en los textos literarios que referían sobre el periodo de su interés, es así como accede a Diario de un Rancheador, obra transcrita por Cirilo Villaverde, considerado el más importante novelista del siglo XIX. La obra es una especie de diario, dictado por el rancheador Francisco Estévez, quien trabajó en la hacienda del padre de Cirilo Villaverde.
Sobre el tema, Giral expresó en una entrevista: "La historia real que relata el diario ha sido enriquecida en su adaptación cinematográfica con personajes y hechos de ficción, pero guardando siempre un compromiso de fidelidad histórica a las características del comportamiento económico, social y político de la época y los hombres que abordamos.
Junto a los personajes reales, como el propio Francisco Estévez y el cimarrón Mataperros, hemos incluido otros que no aparecen en el libro, pero cuya presencia es inevitable si queremos dar una visión más representativa del periodo y el contexto rural donde se desarrollan los hechos. Ese es el caso de Lucas Villegas, el hacendado criollo, el capitán Infante, representante del poder colonial, y Morales, el campesino pobre". (1977, p. 99)
El cierre de esa trilogía se completa con Maluala (1979), que toma su nombre del principal palenque de la región oriental de Cuba. El filme fue escogido para participar en la primera edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, celebrado en diciembre de ese año en La Habana. Además de su participación, el largometraje obtuvo el Gran Premio Coral por su calidad y los resultados estéticos alcanzados.
A propósito de este premio, el cineasta refirió: "Maluala, como última película de la trilogía que trata sobre la lucha del esclavo en nuestra historia, solamente es comparable con las otras dos en términos de realización; porque hay un desarrollo de la conciencia del personaje esclavo desde El otro Francisco a Maluala, o sea, hay tres niveles de conciencia planteados en la trilogía, y el tercer nivel corresponde con el más desarrollado, lo que me invitó a dar un tratamiento más universal a este último filme.
De las tres películas esta es la más universal como contenido y la más personal en términos de realización, en su aspecto formal. Los recursos expresivos utilizados son más propios que los utilizados en las anteriores. Aunque considero que las dos primeras cuentan con una riqueza argumental superior a Maluala, en esta última hay un nivel de poetización de la realidad histórica e inédita que considero no es alcanzada por las anteriores. (1980, p. 72)
En los tres filmes incluidos dentro de la trilogía de la esclavitud, proyecto llevado a cabo por el director cubano Sergio Giral, se aprecia el interés por abordar desde distintos puntos de vista la significación del negro y esclavo en la historia de la nación cubana. Estas tres obras se pueden establecer como necesario punto de partida para cualquier análisis en torno a la manera en que la esclavitud ha sido reflejada en nuestro cine. Cada una de estas películas logra establecer la caracterización humana y social del esclavo, sus pasiones personales, la convivencia en los barracones, las costumbres que conservaban y el monte como espacio-refugio para alcanzar su añorada libertad.
Nota:
*Fragmento de la ponencia presentada en el Congreso LASA 2020 de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, 16 de mayo de 2020.
Referencias bibliográficas:
Galiano, C. (1977): “Sobre Rancheador y el tema de la esclavitud habla Sergio Giral”. En Revista Cine Cubano, no. 93.
Giral, S.: El otro Francisco (1975); Rancheador (1976) y Maluala (1979). Producción ICAIC. En: Archivo de la Cinemateca de Cuba.
Ochoa, M. (1980): “Desde El otro Francisco a Maluala”. En Revista Cine Cubano, no. 97.