Cine Cubano: 45 años

Cierta lógica asistía a aquel personaje en su desencantado pragmatismo. Porque las revistas de cine son un lujo; son manifestaciones culturales preferentemente de países desarrollados. Las legendarias Cahiers du Cinéma o Sight and Sound, tan típicamente europeas al igual que sus epígonos norteamericanos, parecen trasuntar el reposado aliento de quienes teorizan sin los cruciales apremios materiales del subdesarrollo. No se escucha hablar mucho ―para ser eufemistas– de revistas de cine africano o latinoamericano (aunque puntualmente algunos caros y efímeros ejemplos por Argentina, Perú, Colombia o Venezuela hayan sido la excepción que confirma la regla…).

Y he aquí que, de pronto, allá por el año 1960, aquel “Año de la Reforma Agraria”, nace en la Isla de Cuba, contra la lógica del rutinario sentido común, una revista de cine, que además  no ocultaba su vocación latinoamericana. Lo hizo gracias a que tampoco, por suerte, se había rendido a esa “lógica” la consolidación de una Revolución y el atrevido surgimiento, junto a ella, de un Cine Cubano verdadero.

No exagero al considerar que con sus inconstancias, con sus intermitencias y bruscas reapariciones, cual amante esquiva y deseada, Cine Cubano ha llegado a ser una revista querida, esperada, parte entrañable de lo mejor de nuestro panorama cultural. Es la única revista de cine cubano “en el patio”. Pero no es por tan escuálida razón que es añorada cuando se dilata su salida.

Junto a la revista Casa de las Américas y alguna otra meritoria excepción, ha sido genuino y sugestivo vehículo de ideas, de pensamiento, rebasando lo meramente divulgativo, informativo o propagandístico. Por estos motivos quisiéramos verla más, hablando, analizando, haciendo la crónica y la crítica seria de nuestro cine y el de los otros…

Esta revista, que tanto nos entregaba una foto autografiada de Hitchcock dedicada al cine cubano como la primera divulgación del clásico ensayo de Walter Benjamin sobre El arte en la época de la reproducción técnica, tuvo siempre una sana voluntad abarcadora y ecuménica: cine, filosofía, artes visuales, teatro, Revolución, música, la lucha y la solidaridad latinoamericana, la actualidad creativa y la Vida en sus manifestaciones más esenciales y palpitantes, como referentes vitales de cualquier obra artística cinematográfica.

Casi siempre Cine Cubano ha sido una publicación renuente a fechas fijas de salida o números preconcebidos de páginas o incluso a formatos establecidos. Quizás ello forme parte de su propensión innata a eludir lo rutinario o lo predecible. Pero escoja el estilo que sea y aunque siga sorprendiéndonos con sus esporádicos advenimientos (por lo general resultantes de las implacables posibilidades económicas…), lo importante, lo irrenunciable es que decidamos entre todos que continúe, que permanezca siendo portavoz de nuestro dialéctico, voluble y pertinaz Cine Cubano… del cual esta revista singular, incluidas virtudes y defectos, es su claro descendiente.

(Tomado de la Revista Cine Cubano, nro. 158, año 2005)