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Convergencias: un punto de partida para lograr cambios
El panel “Convergencias, seis décadas del ICAIC” se realizó este martes en la Casa del Festival como parte del tributo que rinde el evento a las seis décadas de vida del Instituto. Dialogar con importantes figuras cercanas al Instituto sobre su quehacer en estos 60 años fue el principal objetivo de este conversatorio.
El testimonio del cineasta Manuel Herrera abrió el encuentro. Este director entró a trabajar al ICAIC siendo muy joven y recuerda las figuras de Alfredo Guevara y Julio García Espinosa con mucho cariño, pues ambos le ayudaron en su formación como profesional.
“Recuerdo que en una ocasión Julio me preguntó qué quería hacer y le respondí que mis deseos eran convertirme en director. Por ahí comencé a adentrarme en el mundo del cine, rotando por todos los departamentos, pues según él mismo decía, solo así podría realmente conocer mi verdadera aptitud”, rememoró.
El director de Retrato de un artista siempre adolescente comentó también que dentro del ICAIC el período del comienzo de la Revolución fue muy activo. “Siempre les voy a agradecer todo lo que me transmitieron en esos años, pues me enseñaron a pensar cómo hacer una película y a transmitir lo que debe ser dicho en realidad”.
Por su parte, Jorge Luis Sánchez, cineasta perteneciente a una generación más joven que la de Herrera, admitió que es la primera vez en la que puede hablar del ICAIC en un espacio público. Asimismo, refirió que sus inicios en el Instituto fueron distintos de los de Herrera, pues fueron períodos diferentes, en los que confesó haber entrado con gran ilusión al ICAIC y haber chocado con una inmensa pared de contradicciones.
“Nosotros, los cineastas de ese período de los ochenta, empezamos a hacer las cosas dentro de una Revolución que nos había formado como individuos, aún así nunca comprendimos las actitudes de muchos dirigentes ante nuestras proyecciones artísticas. Trabajamos durante mucho tiempo como asistentes y gracias a García Espinosa grabábamos de noche nuestros propios proyectos”, comentó.
“En la actualidad puedo decir que siempre le estaré muy agradecido al ICAIC, pero ante todo debo ser crítico, pues todos esos fundadores constituyeron una generación muy importante, pero dentro de un contexto social y político muy diferente. Ya el panorama que se observa en el país no es el mismo y, sin embargo, no se quiere entender a las nuevas generaciones y sus obras continúan siendo censuradas”.
El estudioso español Manuel Pérez Estremera, invitado también al encuentro, habló sobre su relación con el cine cubano, el festival de cine y con figuras importantes dentro de la cinematografía nacional. También abordó el declive que ha tenido la colaboración entre su país y América Latina, lo que según el crítico y presentador Carlos Galiano, moderador en la cita, tiene que ver con el cambio y el paso del tiempo.
“El pasado ya no es el presente. La relación que existió entre el cine latinoamericano, nuestros padres y otras latitudes del mundo ya no es la misma, ni tiene porque serla. Creo que este encuentro ha servido ante todo para reflexionar sobre puntos de partida para lograr cambios. El ICAIC no debe ser, ni será en el futuro, lo que fue en su pasado, por eso considero que más que aferrarnos a los recuerdos debemos mirar hacia adelante, que es lo que hacemos cada día”.